Durante la celebración del Equinoccio de Primavera se contó con la participación de aproximadamente cinco mil personas, quienes ingresaron a la pirámide de El Pueblito, algunos de ellos para "cargarse de energía"; así lo aseguró Claudia Pilar Dovalí Torres, titular del Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de El Cerrito.
"El INAH contempla estas fechas con el nombre de operativo Equinoccio y la intención es recibir a todos los visitantes que quieran conocer las zonas arqueológicas o algún tipo de intervención en cuanto a la recepción de la energía", explicó.
Detalló que, si bien no era una práctica de los pueblos prehispánicos, ha cobrado fuerza en los últimos 15 años en Querétaro, una costumbre que se ha ido asimilando por parte de los diferentes sectores poblaciones.
"La Zona Arqueológica de El Cerrito se ha destacado últimamente por ser uno de los espacios visitados. Tiene mucho tiempo que el municipio hacía actividad aquí adentro, como los concheros o talleres, pero con la intención de recibir un mayor número de personas se hizo un trabajo conjunto".
Añadió que estos operativos se realizan para procurar la conservación, el respeto y el disfrute del patrimonio arqueológico a nivel nacional, así como de la integridad física y seguridad de los visitantes, que en este caso se aplicó a la zona de El Pueblito, en colaboración con autoridades municipales y estatales.
"Esto se hace en coordinación con los diferentes gobiernos, como el estado y municipio, en esta situación de tener programas de protección civil, zonas de hidratación, apoyo extra de personal y eso es lo que hemos hecho en colaboración desde hace 15 años con el municipio de Corregidora".
TIEMPO DE RENOVACIÓN
Para muchas personas el Equinoccio de Primavera es un tiempo de cambio y reflexión; "cargar energías" se convierte en una práctica importante, al relacionarlo con un equilibrio personal, en relación al "equilibrio" en este periodo, donde el día y la noche duran lo mismo.
"Es un punto de encuentro para muchas personas, para mí, para todos; un contacto con la naturaleza y el blanco el color que nos representa, en su pureza y amor. Vengo cada año por eso, para sentirme renovada y positiva para este y todos los años; es una cuestión de actitud", declaró María Zambrano, habitante de Tejeda, quien acudió con su familia.
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Ella y su familia han realizado esta práctica tanto en la Peña de Bernal como en la pirámide de El Pueblito, así como en otros sitios como en Chichén Itzá, Yucatán.
"Nosotros nos la pasamos bien, participamos en algunos rituales que se hacen, con danza y bajo el sol, recibiendo toda la vibra positiva, que mucho necesitamos en estos tiempos".