Choferes de taxis amarillos que operan en la ciudad de Querétaro manifestaron su rechazo para formar parte de la plataforma Uber que les permite trasladar a pasajeros de un lado a otro por medio de la aplicación.
El argumento que dicen tener es que deben pagar el 25 por ciento de cada servicio que dan, además del gasto de la gasolina y el mantenimiento de la unidad, lo cual, aseguran, contrasta con las tarifas económicas que ofrece la empresa.
“Prefiero circular de manera normal, porque sé que en cualquier momento sale un pasajero que me va a pagar más. Por ahora hemos tenido trabajo y no vemos necesario estar de Uber; no nos conviene”, indicó uno de los operadores quien se estacionó por unos momentos sobre la avenida Zaragoza en espera de un pasajero.
Lo anterior tiene que ver luego de que la Agencia de Movilidad del Estado de Querétaro informó que al haber 5 mil concesiones de taxis amarillos, algunos ya prestaban el servicio sin precisar cuántos y que se esperaba que algunos más lo hicieran.
Otro grupo de trabajadores del volante que tienen su base en el exterior del Mercado Escobedo, también refirieron que para ellos no es conveniente incursionar en la plataforma de Uber. Por cierto, mostraron su desconocimiento al pensar que debían hacerlo de manera obligatoria.
“Nos enteramos que quieren meternos a Uber, pero a cualquiera que le pregunte va a decir que no le conviene”, señaló uno de ellos.
Otro de sus compañeros expresó que por hacer base afuera del mercado deben pagar 150 pesos mensuales y que si se adhieren a Uber deben dar el 25 por ciento de los ingresos.
Agregó que lo que se paga por permanecer en una base depende aún más del lugar, ya que hay sitios en donde les cobran hasta 400 pesos por mes, como es estar afuera de una plaza comercial que se pudiera ubicarse sobre la avenida Constituyentes, por ejemplo.
También señalaron que en el caso de la empresa DiDi ésta cobra el 18 por ciento de lo que se cobra por pasaje, lo cual consideran todavía elevado para poder obtener ganancias, mientras que con inDriver es el 15 por ciento, aunque estas dos últimas plataformas aún no están registradas ante la Agencia de Movilidad del Estado de Querétaro (AMEQ).
“Durante unos tres meses trabajé en inDriver y en una ocasión fui a recoger a una señora para dar el servicio, pero cuando llegué se le quedó viendo al taxi amarillo y me dijo que no iba a subirse porque tenía desconfianza y quería que yo cancelara el servicio. Le dije que en la aplicación ella vio el tipo de unidad y que quien tenía que cancelar era ella”, platicó un taxista que revisaba una de sus llantas en Zaragoza y Luis Pasteur.
Otros de los entrevistados que tienen su base en el exterior del Hospital del Niño y la Mujer, afirmaron que en ese punto “siempre hay trabajo”, por lo que ven poco viable ingresar a Uber.
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“Si nos metemos a Uber igual podemos hacer recorridos cortos y es muy poca la ganancia”, añadió uno de los operadores.
De acuerdo con lo que han dado a conocer estos taxistas es probable que unos pocos de sus compañeros sí se hayan afiliado a la plataforma, aunque creen que la mayoría no lo hará.