Para Estela Avilés Torres es importante dar mantenimiento y cuidado a los pies durante el recorrido de la peregrinación católica que sale de neblinas en Landa de Matamoros con destino hasta la Basílica de Guadalupe. Igual, afirmó que se debe tomar en cuenta hacerse un examen médico de manera previa.
En una oportunidad durante el recorrido, al llegar al poblado de Humo, se dio la oportunidad de atender unas pequeñas callosidades en uno de los descansos y con ello evitar molestias más adelante.
“Pues en 22 años que tengo de peregrinar no me han salido ampollas, pero ahora lo que estoy haciendo es cubrirme unos callitos que tengo para que no se lastimen más adelante, pero ampollas no me han salido y no tengo”, comentó Avilés.
Argumentó que en esta ocasión llegó acompañada de una compañera del municipio de Amealco, con quien se conoció en otra de las peregrinaciones al Tepeyac, al compartir que de tantas veces que acuden algunas de ellas ya identifican.
“Nunca he tenido una manda, una penitencia, todo es por amor a nuestra madre santísima, por gusto”, mencionó la mujer nacida en Doctor Mora, Guanajuato, pero radicada en la capital queretana, quien fue una de las primeras en llegar al poblado de Neblinas para emprender la caminata.
Estela Avilés, dijo que a pesar de que por lo regular llegan con bien, no falta que se presenten situaciones difíciles en el camino, como fue hace unos años cuando una de las integrantes de la peregrinación falleció de un infarto fulminante.
“De Querétaro para allá, donde hay bosque, una hermanita falleció de un infarto. Esto fue dos años antes de la pandemia. Para nosotras fue una desesperación fea, porque se cayó precisamente por donde estaba yo. Llegó la ambulancia y trataron de reanimarla, pero ya no se pudo hacer nada”, indicó.
Por eso refirió que lo importante es hacerse un examen médico de preferencia antes de salir en la caminata, ya que alguien puede tener un problema de salud y no se ha percatado. Ante esto expresó que hay cosas previas que deben tomarse en cuenta para poder llegar bien a la Basílica de Guadalupe.
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“Hasta ahora, bendito Dios, no sufro de ninguna enfermedad a mis 58 años. Por ejemplo, antes de venir para acá hago ejercicio, como es también hacer más caminata y corro para tener más agilidad”, afirmó Estela Avilés.
Agregó que procura hacer ejercicio cerca de su casa, aunque también consideró necesario hacer una buena limpieza en sus pies. “Con esa preparación quiero llegar a la Basílica, y me incorporo con un grupo que viene de Doctor Mora, Guanajuato".