Aunque la recomendación de la Terminal de Autobuses es hacer uso de los taxis autorizados, decenas de personas salen del acceso A y B con celular en mano, esperando la llegada de algún servicio de taxi privado.
Incluso, algunos usuarios mejor esperan a sus familiares debido a los costos elevados que ofrecen los taxis públicos.
“Estamos esperando a mi hija, decidió que mejor venía porque sí son caros”, comentó María Elena Pérez.
Un usuario preguntó el costo al estadio Corregidora y le cobraban 150 pesos, por lo que decidió caminar de la terminal al estadio, un viaje que en alguna aplicación de taxi era de 35 pesos a 50 pesos.
Lo mismo ocurre con un viaje al centro de Querétaro, que en taxi “amarillo” sale en 140 pesos, mientras que a través de aplicación es de 56 pesos a 99 pesos.
“No, estoy esperando un Uber porque me sale más barato que estos amarillos”, dijo Juan López.
En sus redes sociales, la administración de la terminal hace el llamado a hacer uso de los servicios de taxi autorizados por motivos de seguridad, pues existe la posibilidad de rastrear objetos olvidados y brindan garantía en caso de cualquier percance.
Sin embargo, la mayoría los usuarios deciden esperar a algún familiar o pedir el servicio a través de una aplicación.