Debido al riesgo de conlleva el que una mujer amamante a un bebé que no es su hijo, esta práctica no es recomendada y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es preferible acudir a los bancos de leche y como última opción, a las fórmulas.
Así lo explica Ana San Vicente de la Rosa, líder de la Liga de la Leche en Querétaro, quien señala que esta práctica aún se realiza entre familiares o mujeres que tienen mucha confianza entre ellas, no obstante, advierte que debe de existir certeza que la madre que amamantará al bebé no tiene ninguna enfermedad.
Algunas de las enfermedades que pueden transmitirse a través de la leche materna, explica, es el VIH-SIDA, hepatitis o el herpes.
“Puede suceder que por alguna emergencia dejas al bebé con una conocida y la mamá que está cuidando al bebé se siente tentada a amamantar (…) Sí se sigue llevando a cabo, pero generalmente tiene que ser con ciertas certezas de que la mamá que va a amamantar al bebé no tenga ninguna enfermedad”, señala.
De acuerdo con la líder de la Liga de la Leche, de no poder una madre amamantar a su hijo es preferible acudir a un banco de leche; en Querétaro, indica, hay uno instalado en el Hospital del Niño y la Mujer, así como otro en San Juan del Río.
“La recomendación de la OMS es primero directamente el amamantamiento, segunda opción leche extraída del pecho de mamá y suplementarlo con cuchara, jeringa, gotero, y tercera opción, banco de leche (…) la última opción es la fórmula”, puntualiza.
Textual: “Sí se sigue llevando a cabo, pero generalmente tiene que ser con ciertas certezas de que la mamá que va a amamantar al bebé no tenga ninguna enfermedad”, indica Ana San Vicente de la Rosa, líder de la Liga de la Leche en Querétaro.