El Obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, encabezó este miércoles Santo la Misa Crismal, a la que asistieron todos los sacerdotes de la Diócesis con la principal intención de renovar sus votos y consagrar los santos óleos que se utilizan en el bautizo, la confirmación, la ordenación sacerdotal y la unción de enfermos. Sin embargo, está misa fue más conmovedora pues por situación especial de pandemia se recordó a los sacerdotes que en el desarrollo de su oficio cayeron por Covid-19.
“El Covid ha puesto en la vitrina todo lo que estaba mal cimentado y ha puesto en evidencia que lo sólido no es tan sólido y que lo invisible no es irreal. Ahora tenemos que asumir -como dice el Papa Francisco- que de una crisis nunca se sale igual”.
“Siempre salimos mejores o peores. Tendremos que decidirnos a salir del cómodo criterio del ‘siempre se ha hecho así’. Habrá que retomar todo lo que hemos construido sólidamente en la pastoral, pero a la vez hay que agudizar la mirada ante esta eventualidad global”, señaló ante más de 250 sacerdotes y alrededor de 100 laicos fieles asistentes.
El líder católico conminó a interpretar el significado que hay más allá a nivel social del uso de cubrebocas (como la resistencia a hablar o la obligación de callar), de las manos limpias (de pecado o ilegalidad) y de nuestras relaciones con nosotros mismos, con los demás, con la naturaleza y con Dios, refiriéndose al distanciamiento social (como el alejarnos de malas compañías y malas decisiones desde al seno de casa, como en lo político y social).
Lo anterior, lo significaron algunos sacerdotes consultados durante la Misa Crismal, de acuerdo al momento que se vive.
Enseguida, el sumo sacerdote obligó a reconocer que el hogar es el seno de la salvación, en pleno mes de la familia y Año Jubilar de San José, como parte de la Sagrada Familia.
Previamente se llevó a cabo, mediante el rezo de Laudes el inicio de la Misa y mediante un mecanismo diferente al Credo, como se pensaría, se renovó –como cada Jueves Santo- la fe y vocación sacerdotal de los presentes. En cambio, se usó un rito similar al que se usa en la ordenación sacerdotal.
Cabe destacar que esta Misa fue adelantada por un día, pues las necesidades así lo apremiaron, sin perjuicio ninguno, pues así lo prevén los cánones ante situaciones difíciles.