Estudiantes del Tecnológico de Monterrey campus Querétaro rehabilitaron un colegio en el municipio de Tolimán, en la comunidad de Mesa de Ramírez, en beneficio de 100 estudiantes de nivel bachillerato, a través de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño (EAAD).
El proyecto, coordinado por el Taller de Arquitectura Ciudadana (TAAC), involucró a estudiantes de la carrera de Arquitectura desde su etapa inicial hasta su conclusión. María José Mayorga Aguirre y Santiago Altamirano Gama son dos de los estudiantes que formaron parte del proyecto desde su participación en el taller en el cuarto semestre de su carrera.
Después de un año de trabajo, el equipo de estudiantes y profesores inauguró el colegio en Mesa de Ramírez, proporcionando a más jóvenes la oportunidad de estudiar en instalaciones adecuadas.
Aunque aún queda pendiente la construcción de un tercer salón, los resultados obtenidos hasta ahora han motivado al taller a continuar con este y otros proyectos similares.
El TAAC, dirigido por los profesores Edmundo Palacios, Azucena Esmeralda Cabuto y Rodrigo Alonso Fernando González, se distingue por su enfoque participativo, que involucra a la comunidad en todas las etapas del proyecto.
“Hace un año, cuando fuimos por primera vez, había solo una persona en lista de espera para entrar al bachillerato. Este año, después de la inauguración, hay 17 estudiantes”, comentó el profesor Edmundo, quien señaló que este éxito refleja el impacto positivo que ha tenido la iniciativa en la comunidad.
Los estudiantes realizan un análisis de las necesidades de la comunidad, diseñan propuestas participativas y trabajan en estrecha colaboración con la Fundación Vértice y otros colaboradores para llevar a cabo las obras.
➡️ Únete al canal de Diario de Querétaro en WhatsApp para no perderte la información más importante
Durante el proceso, los estudiantes trabajaron en el diseño y la fabricación de elementos prefabricados en el campus Querétaro, lo que facilitó su transporte y montaje en el lugar de la obra. Esta metodología permite que el proyecto se concrete durante el semestre y el verano, asegurando que las ideas se conviertan en acciones tangibles que beneficien a la comunidad.