A puerta cerrada, pero de manera solemne la Iglesia Católica inició la Semana Mayor con la bendición de ramos del Domingo de Ramos, donde se reiteró el llamado de orar y vivir la semana santa de sus hogares para reflexionar en silencio y con la familia.
El vicario general de la Diócesis, Martín Lara Becerril reiteró que al estar en la etapa más crítica de la pandemia, se invitó a los católicos y a la población en general a permanecer en sus casas y a hacer este llamado a sus familias para evitar salir.
“A todos les invito a que desde el seno de su familia se queden en casa siguiendo todos las trasmisiones la vivencia de la fe, hagan de su casa una iglesia doméstica, celebrando todos los misterios de la fe, es una manera nueva de vivir nuestra fe como católicos y se está viviendo a nivel mundial de esta misma forma desde el Santo Padre hasta las iglesias y parroquias”.
Con la bendición de ramos y la entrada al templo la iglesia simbolizó la entrada de Jesús a la ciudad de Jerusalén para vivir la pasión de Cristo.
“Con este domingo de ramos entramos ya de lleno a lo que es la semana santa, así la conocemos, la Semana Mayor y por eso para nosotros los católicos esta semana santa es una semana en la cual necesitamos silenciar, todos los ruidos externos y los ruidos internos para centrarnos en el misterio pascual de Cristo”.
Recordó que con la muerte dolorosa de Cristo en la cruz y en su resurrección por la humanidad se representa la salvación del pueblo, la cual toma un doble significado en medio de la pandemia mundial que vive la humanidad.
“A todos pues hermanos católicos en estos últimos días que estamos viviendo de la cuaresma previo al Triduo Pascual les invito a que lo vivamos en este ambiente de silencio, de oración, en este ambiente de ayuno para preparar nuestro corazón y para que todos estemos perfectamente unidos a cristo, la pasión de cristo, la pasión del mundo, la base para una nueva historia, para una historia renovada de la humanidad”, finalizó.