Docentes y estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro colaboraron en el proyecto interdisciplinario para rehabilitar la exfuente de Rectoría y convertirla en una biopiscina o piscina ecológica.
La idea surgió del estudiante del Taller de Ingeniería de Innovación de la Maestría en Diseño e Innovación, Logan Ter Veen Lozada, quien indicó que las piscinas orgánicas son una tendencia arquitectónica a nivel internacional, en donde se busca minimizar el mantenimiento de los cuerpos de agua haciendo uso de fauna y flora disponible, mismas que crean un sistema autosustentable.
La dignificación de uno de los puntos de referencia más importantes de la Casa de Estudios, se realizó a través de un diseño de ingeniería que fuera a la vez estético y práctico; pues la intención, además de tener un sistema natural visualmente agradable, es desarrollar un laboratorio vivo en donde se pueda estudiar la interacción entre distintas especies.
“El diseño estético se enfocó en tres cosas: primero, en aportar a lo que ya existía, acentuar los rasgos que ya se encontraban en la Fuente, como es la escultura del Jugador de Pelota. Segundo: se propuso un marco visual con las plantas y dejando el espacio del agua. Y finalmente, la parte final del diseño pretende que el proyecto de lugar a otras intervenciones, como el sistema de acuaponia”, indicó el alumno, quien además agregó que la inversión en este proyecto ha sido mínima pues se han utilizado elementos y materiales que ya se encontraban disponibles en la Universidad.
En este sentido, Juan Fernando García Trejo -experto en el área de biosistemas- profesor de Tiempo Completo, adscrito al campus Amazcala de la UAQ, manifestó que la ingeniería de este biosistema permite la recirculación de agua mediante la simbiosis entre las especies de plantas y los peces que se sembraron.
“En esta Fuente, ahora piscina orgánica, lo único que tenemos que hacer es alimentar a los peces. Ellos, a través de su ciclo biológico, van a relanzar nitrógeno que las plantas van a estar asimilando. Ya tenemos a los primeros pobladores de carpa koi, pero la idea es tener hasta 20 individuos, que es la capacidad de carga para este biosistema. Nos auxiliamos de la Facultad de Ciencias Naturales, para que nos recomendaran las especies vegetales más aptas para el lugar. Tenemos arcillas y suelos a los costados que están humedeciendo a las los cyperus y alcatraces que sembramos. El color verde del agua es normal, porque indica la presencia de microalgas, nos indican que hay vida”, indicó el catedrático, quien agregó que el paso siguiente es la inclusión de tortugas al biosistema.
García Trejo apuntó que la última fase del proyecto es conectar el agua de la exfuente a los sistemas acuapónicos; y a mediano plazo se realizarán otras intervenciones ornamentales como la instalación de acuarios invertidos que floten en la superficie para que los ejemplares de peces sean más visibles a los visitantes.