El robo de tapaderas de metal es un delito que ha ido en aumento en diferentes puntos de la ciudad, donde personas dedicadas al “chachareo” encuentran en este tipo piezas una oportunidad de negocio para su venta en las chatarreras y que a pesar de las denuncias, terminan siendo un robo menor que pocas veces es castigado.
Vecinos de la zona poniente de la capital queretana, son los que más padecen por el robo de tapaderas de metal y quienes más denuncias han emitido ante el número de emergencias cuando se encuentra el delito en proceso, sin que tengan respuesta favorable u oportuna, ya que aseguran que al no catalogarse un delito grave, no son tomados en cuenta.
"Yo ya he reportado en muchas ocasiones, tanto en mi colonia que es la Nuevo Plan de Santa María, también se reportaron aquí en Rancho Bella Vista, en Huertas, en San Pedro Mártir, que los fulanos se llevan las tapaderas y luego las llevan a la chatarrera que está en la Tonatiuh, ahí un señor viejito es el único que se las acepta por aquí, ya lo hemos reportado pero no vienen", aseguró Francisco, vecino de la zona poniente de la capital.
Entre la información que ha recopilado Diario de Querétaro a través de varias entrevistas con los vecinos, se ha llegado a la coincidencia que las personas en situación de calle, han llegado a sustraer desde cableado de cobre, tubería, medidores, pero también las tapaderas de metal de la red de alcantarillado y las llevan a un punto en específico, la chatarrera de la colonia Tonatiuh, lugar donde las intercambian por unos cuantos pesos y así sigue su negocio.
"Aquí en la entrada a Rancho Bella Vista, unos malandrines los caché con una tapa, se estaban llevando la tapadera, le hablé a la policía, tardó en llegar y cuando ya estaban aquí los tipos soltaron la tapa y dijeron que no podía proceder porque la tapa estaba en el piso y que no fue en flagrancia, los oficiales se fueron y al rato regresaron los malandrines y se llevaron la tapa", aseguró otro vecino.
Vecinos expresaron la molestia sobre el robo de tapaderas, ya que por ser un delito menor únicamente podría proceder si el presunto ladrón es captado en flagrancia, de lo contrario si tiran lo que llevan en sus carritos de supermercado -también robados- el delito ya no procede y pueden continuar con su camino hacia otro punto para seguir con la colecta de objetos públicos.
A pesar de que las autoridades han implementado operativos en las chatarreras para pedirles que eviten comprar este tipo de metal, el problema sigue aumentando porque si se las están robando es porque alguien las está cobrando.
