CUAUTITLÁN, Estado de México.- La peregrinación es un llamado que la Virgen de Guadalupe nos hace y por eso estamos aquí, aseveró Rocío Piña Cruz, integrante del grupo de la comunidad de La Esperanza, quien desde hace 12 años ha caminado rumbo al Tepeyac para agradecerle a la Guadalupana todos los favores recibidos.
Reconoce que su camino comenzó luego de ver a la columna femenina caminar, la devoción con lo que lo hacen y el apoyo entre compañeras, es por eso que cada año emprende su marcha para encomendar la salud de sus hijas y su familia.
“Empecé a caminar hace12 años, me emocionó ver a las personas, a la peregrinación y de ahí empecé. Han sido muchos los milagros, todo lo que he pasado es un milagro, y lo que hago es encomendar la salud de mis hijas y mi familia”, refirió Rocío.
De lo más difícil que tiene que vivir durante la peregrinación, destaca que son las ampollas y el frío, calor y lluvia que experimentan en el camino, sin embargo dice, vale la pena ofrecerlo a la Virgen de Guadalupe, en cuyos pies pone todo lo malo que les pudiera pasar.
“Este es un llamado de la Virgen que nos hace y por eso estamos aquí, porque ella nos llama a pesar de lo que nos pasa, las ampollas y el calor, no nos importa nada mientras las contemplemos unos segundos”, finaliza.