“Saben que soy de una pieza”: Pollo Torres Landa

Landa se descarta en política, pero en la vida y en los toros “estoy echado pa´lante”

Felipe Olguín Rangel | Colaborador Diario de Querétaro

  · sábado 24 de octubre de 2020

Foto: Cortesía

Juan Arturo Torres Landa García, mejor conocido como “El Pollo” Torres Landa, a sus 73 años dice que no tiene edad para buscar un cargo de elección (en 2012 declinó en las internas del PRI a favor de Roberto Loyola), quiere vivir sus últimos años trabajando por Querétaro y su gente “tampoco estoy bien de salud, tengo trasplante de hígado, mieloma múltiple, que es cáncer en la médula, pero estoy echado pa´lante”. Se trata pues, de “un pollo con espolones”.


DIARIO DE QUERÉTARO (DQ): Es todo un personaje de Querétaro ¿qué se siente ser famoso?

POLLO TORRESLANDA (POLLO): Para nada, soy una persona que ha trabajo bien en Querétaro, que hemos hecho obra social, generar fuentes de trabajo y eso me da mucho gusto y orgullo.


DQ: ¿De la política todavía le queda el gusanito?

POLLO: Siempre me ha preocupado mi país y por eso siempre he estado, por la situación que atraviesa nuestra política en México debemos estar muy listos para que en el 2021 pensemos muy bien nuestro voto.


DQ: ¿Iría de candidato de nueva cuenta?

POLLO: No, para nada, yo no tengo edad, ni salud, yo estoy con mi credencial de elector para votar en el 2021 por lo que considere mejor para nuestro estado y el país. Cuando podía siempre trabajé para mi partido sin desear algo para mí.


DQ: ¿Hoy ya no hay tanto amor a los partidos?

POLLO: Hay mucha decepción, de que si no son candidatos entonces se van, eso no es traer la playera puesta…tienen que meterle a todas las gentes del partido, decirles: primero es tu partido, pártete la madre por el partido y si eres el indicado porque eres el idóneo para ganar la elección, adelante, pero si no, no hagas un pinche berrinche y no digas, no pues entonces ya me voy a otro partido.


DQ: ¿Tiene amigos en todos los partidos?

POLLO: Sí, pero todos me conocen, saben que soy de una pieza y que no ando de aquí para allá ni de allá para acá.


DQ: La política su pasión y también los toros ¿nunca toreó?

POLLO: En las ganaderías me echaba mis dos que tres; pero nadamás de dar dos tres pases y punto. No tengo ni valor, ni cuerpo, ni cara para ser torero, pero sí para bajarme a echar unos capotazos y muletazos, claro que lo hice de joven.


DQ: ¿Por qué declina ser candidato en 2012?

POLLO: Lo vi como una posibilidad de hacer algo por mi municipio; las cosas no se dieron, mi intención era recuperar la presidencia municipal para mi partido y se logró con Roberto Loyola, por eso me quedé contento.


DQ: Se escucha muy bien, sigue trabajando ¿cómo es un día en su vida?

POLLO: Muy de familia. En eso de la salud he tenido problemas los últimos 5 años, trasplante de hígado, tengo mieloma múltiple que es cáncer en la médula, lo están tratando y lo tienen detenido; pero he sufrido; sin embargo he querido tener una actitud de echar pa´ lante…quiero los últimos años seguir trabajando y produciendo para Querétaro.


DQ: Es “un pollo con espolones”

POLLO: Ya sería gallo. Fíjate que algunos de mis hermanos también me dicen gallo. Me dicen pollo porque cuando empezaba a gatear iba tras mi mamá a todos lados y a mi papá se le ocurrió decir, “parece pollo tras la gallina” y desde los 6 meses me dicen así, toda la vida, toda mi familia, mis amigos, la gente me conoce así porque nunca me dijeron por mi nombre. Me dicen Juan Arturo y no volteo. Y a mi señora le dicen “La Polla” de toda su vida, todo mundo piensa que es por mí, pero no, desde que nació era muy güerita y sus papás decían que parecía una pollita, entonces se le quedó así. Nos casamos el pollo y la polla.


DQ: ¿Qué le falta al pollo?

POLLO: Tengo la fortuna, la suerte, de ver crecer a mis hijos, a sus familias, de que están consolidadas y que mis nietos están en edad de casarse, me faltaría ver bisnietos, eso sería para mi consolidar, porque la vida ha sido generosa conmigo.


DQ: ¿Qué estudió?

POLLO: No fui bueno para estudiar, ni siquiera terminé la secundaria, lo digo con pena y con vergüenza; pero es la verdad, no tengo mi certificado; pero para trabajar, eso sí.

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