En Querétaro, ciudadanos acuden a las casas de empeño en búsqueda de algún ingreso extra en el que sacrifican sus pertenencias como joyería, computadoras, relojes, electrodomésticos y herramienta, donde logran obtener hasta mil pesos para enfrentar los gastos diarios de pago de renta de vivienda, alimentación, lo relacionado a la escuela de sus hijos y para solventar otras deudas.
Tras las dificultades económicas en el país durante este 2022, cuya inflación es considerada la más bajas en dos décadas (7.07%), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y que la cuesta de enero se aletarga hasta febrero, la población en Querétaro se ve en la necesidad de este tipo de prácticas como último recurso para salir adelante, donde muchas de sus cosas no vuelven a verlas por los intereses que cobran las casas de empeño.
"Cuando tienes una necesidad económica tienes que recurrir a esto. Es la inmediatez de obtener dinero rápido cuando estás segura de que tu objeto está en buen estado, pues sabes que te lo van a aceptar. Es la última opción que tengo, pero es una opción segura; el problema es después, cuando lo usas para lo que te urgía y lo que te queda es la deuda", señaló Susana Ocampo, quien ha empeñado múltiples objetos para el pago escolar.
Con base en los últimos registros de la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH) del Inegi, en 2019, se identificaron que 56.9% de los hogares (20.9 millones) tienen algún tipo de deuda: 11.6% (4.2 millones) tiene una deuda hipotecaria y 53.8% (19.7 millones) tiene una deuda no hipotecaria, como tarjetas de créditos, créditos de nómina o personales, préstamos, etcétera.
Respecto a la deuda no hipotecaria, por tipo se tiene que 60.2% de los hogares del país tiene deuda en tarjeta de crédito, 18.8% en crédito de nómina o personal, 11.6% en crédito para vehículos y 47% tiene deuda en otros créditos como caja de ahorro, préstamos de terceros, casa de empeño, crédito educativo, entre otros.
"Llegué a empeñar varias veces mi anillo de oro de 14 kilates durante esta pandemia y ahora con la cuesta de enero. Le hacen una evaluación rápida y lo máximo que me ofrecen son unos 3 mil 600 pesos. El refrendo es de 900 pesos al mes y si no tienes para pagar el total de la deuda y para sacar el anillo luego tengo que pagar cerca de 4 mil 500 pesos. Estuve pagando el refrendo muchas veces porque no quería perder mi anillo", señaló Rafael Ángeles García, quién refirió los altos intereses de muchas de las casas de empeño.
Los propietarios no desean perder sus objetos, por lo que, en muchas ocasiones, pagan el refrendo para que la casa de empeño no lo ponga en venta, situación que vuelve este ejercicio bastante complicado pues muchas veces se terminan pagando incluso hasta un 50% más de lo que se otorgó por dicho objeto.
Sin embargo, cuando los propietarios no regresan por sus objetos en préstamo, las casas de empeño suelen ponerlos a la venta para recuperar parte de lo que se otorgó, situación que algunas personas aprovechan para adquirir a bajo costo artículos de segunda mano, lo que permite generar ciertos ahorros a quienes acuden a comprar.
"Me hice de una plancha y una bicicleta. La plancha me salió como a mitad de lo que me costaba una nueva. También la bicicleta; bueno, no la mitad, pero sí más barata, y es que las necesitaba, pues trabajo de mesera y necesito planchar mi ropa y la bicicleta la uso para trasladarme. Mucha gente viene a estos lugares a ver qué se encuentra", indicó Alejandra Espinoza, quien también ha tenido que empeñar joyería porque "el trabajo a veces no nos da".