La trayectoria militar de Fabiola Viramontes Vásquez, quien recientemente alcanzó el rango de teniente de sanidad, es un ejemplo de esfuerzo y dedicación en un entorno predominantemente masculino.
A sus 24 años, ha superado retos significativos en su carrera, demostrando que con determinación y apoyo, es posible avanzar en el ámbito militar, siendo además madre y esposa.
Viramontes Vázquez inició su formación en la Escuela Militar de Oficiales de Sanidad, donde completó la licenciatura en Salud Pública y Urgencias Médicas, un programa intensivo de cuatro años.
“Te levantas temprano, vas a correr, te bañas rápido, y luego al comedor antes de asistir a clases”, relató. Las jornadas se extendían desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, seguidas de deportes o marchas, concluyendo el día con la cena.
La teniente recuerda esos años como un periodo de gran disciplina y sacrificio.
“Estábamos las 24 horas del día, de lunes a sábado, dentro de la escuela. Salíamos el sábado en la mañana y regresábamos el domingo”.
Este riguroso entrenamiento le preparó para su actual rol en el Séptimo Regimiento Mecanizado, donde aplica sus conocimientos en sanidad en escenarios prácticos.
Su experiencia en el Ejército le ha brindado no solo la oportunidad de servir a su país, sino también de realizarse profesionalmente en un entorno donde el deber y la responsabilidad son primordiales.
“Es un orgullo defender aquí a la nación y estar siempre para la ciudadanía”, expresó.
Fabiola Viramontes también habló sobre los desafíos de ser madre y militar, una combinación que requiere de un equilibrio constante.
“Es complicado, pero con el apoyo de mi comandante, mi familia y mi esposo, se puede. Es difícil ser mujer porque soy mamá y trabajo, pero se puede”, enfatizó.
Este equilibrio, aunque difícil, no ha frenado sus aspiraciones, ya que planea seguir avanzando en su carrera, con la meta de convertirse en capitán en los próximos años y posiblemente especializarse en Salud Pública o Fisioterapia.
A través de su historia, Viramontes invita a la sociedad a valorar y comprender el sacrificio que implica ser parte de las Fuerzas Armadas.
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“A lo mejor ellos creen que es fácil, pero es difícil y siempre estamos para ellos. Los invitaría a formar parte de nuestras Fuerzas Armadas, es bonito ser militar”, compartió.
Fabiola Viramontes Vásquez es ahora teniente de sanidad, un título que lleva con orgullo, no solo por lo que representa para ella, sino también por lo que significa para su familia y su país.
