De acuerdo con la información publicada al 20 de marzo por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en Querétaro más del 76% del territorio del estado padece de sequía moderada o se encuentra anormalmente seco.
Enrique González Sosa, investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) diseñó un modelo de predicción que indica que el fenómeno de escasez de agua continuará afectando a la entidad.
De acuerdo con el último reporte de la Conagua, poco más del 54% del territorio del estado se encuentra afectado por sequía moderada, mientras que el 22% del territorio se encuentra anormalmente seco.
A pesar de que en cierta medida es un fenómeno normal pues el estado se ubica en un territorio semidesértico, para el investigador de la UAQ estamos a tiempo de usar la ciencia y la técnica para asegurar el suministro equitativo del líquido, pues las predicciones del modelo que ha diseñado indican que muy probablemente este fenómeno se agrave en los próximos años.
“Esto podría estar asociado a ciclos, hay algunos húmedos y otros secos (…) estamos en la época de estiaje que también se ha extendido en los últimos años, es en donde no hay lluvias, a partir de octubre y hasta mayo, típicamente”; el modelo que creó se basa en los registros hídricos disponibles desde 1921 hasta 2007.
Aunque las proyecciones que arroja el modelo no implican una certeza total, es un tanto lógico que atravesemos por escasez en el suministro, pues “vivimos en una zona que es seca naturalmente, entonces, nuestro patrimonio de agua es limitado, aunque no tanto como en las zonas desérticas, tenemos que saber eso para desarrollar tecnologías sabiendo que la mayor parte del agua llega en la época de verano y esa agua poderla almacenar”.
A pesar de que en 2021 hubo una temporada de lluvias generosa, González Sosa explicó que “lo clásico es almacenar el agua en presas, el problema es que, como está aumentando la temperatura, también lo hace la evaporación; lo que tenemos que hacer, por un lado, es almacenarla de manera subterránea, o bien, utilizar técnicas que ya existen para que la superficie consuma menos energía, como colocar reflejantes para que se absorba menos calor”.
Las épocas de sequía no son una cuestión nueva, pues “tenemos antecedentes de sequías severas en México, así lo marcan los códices, ha habido años en los que la gente se ha muerto de hambre, a pesar de que no estaba urbanizado o con el desarrollo que hoy tenemos, es un fenómeno frecuente en México”.
No obstante, la situación es distinta en la actualidad, debido al desarrollo industrial y a la concentración de la población en las zonas urbanas: “nuestro problema actual es que la población ha crecido exponencialmente y entonces la demanda del recurso del agua es muy importante debemos encontrar técnicas para aprovechar la humedad atmosférica, incluso ya hay algunas comerciales para poder condensar el agua de la atmósfera que es donde más hay”.
De acuerdo con el investigador de la UAQ, el periodo de sequía que se vive ya ha sido previsto en el Diario Oficial de la Federación, por lo que es primordial aplicar políticas de prevención para evitar que la problemática afecte con mayor gravedad a la población.
“El clima está cambiando, la forma en la que lo está haciendo es un reajuste que contempla que se acentúe la sequía en México, está pronosticado con modelos internacionales”, señaló Enrique González Sosa.
En los resultados de la investigación publicada en 2013 por González Sosa, señaló que es crucial identificar los cambios en los procesos hídricos derivados de las actividades humanas para comprender la manera en la que se comportan los ciclos naturales en la actualidad.
Según el especialista y docente de la maestría en hidráulica de la UAQ, el conocimiento del fenómeno es indispensable y necesario para la aplicación de políticas públicas exitosas que garanticen el suministro del agua y definan el ordenamiento territorial de la entidad, sobre todo en zonas de alta urbanización.