Ser rectora es una gran responsabilidad

Teresa García Gasca, es la segunda rectora en la historia de la Universidad Autónoma de Querétaro

Alejandro Payán|Diario de Querétaro

  · martes 11 de febrero de 2020

Investiga el aporte nutricional de las lectinas en el tratamiento contra el cáncer|Foto: Miriam Martínez|Diario de Querétaro

Teresa García Gasca, es la segunda rectora en la historia de la Universidad Autónoma de Querétaro, una mujer destacada en el ámbito académico y científico que en los últimos años se ha convertido en una líder de opinión en diversos temas sociales, políticos y principalmente académicos en la vida de Querétaro.

“Yo creo que es una gran responsabilidad, si tengo conciencia sobre todo porque en muchas ocasiones que manifiesto algo en redes sociales hay gente que responde que cómo es posible que siendo una opinión institucional piense X o Y, pero en realidad en redes sociales mi opinión es personal y ahí es donde me doy cuenta que muchas veces uno no se puede despegar por completo, es una gran responsabilidad, uno tiene que asumir que nadie tiene la verdad absoluta, nunca, que nos podemos equivocar y que finalmente cuando opinamos algo en particular, tenemos que decir que es nuestra opinión personal”.

Nacida en la Ciudad de México hace 55 años estudió ingeniería en Química Industrial en la Universidad Autónoma Metropolitana de Iztapalapa y habla un poco acerca de su vocación, que fue descubriendo desde sus primeros años.

“Yo creo que desde primaria, pero desde la secundaria ya me llamaban mucho la atención las ciencias biológicas y en la preparatoria disfrute mucho estudiar el área de Química y demás aunque en realidad en esos entonces era yo muy inquieta, muy traviesa, me expulsaron de la secundaria unos días, estudie en escuela de monjas, pero eran monjas muy relajadas, entonces nos trataban de irnos encausando y eso fue muy divertido”.

“En la preparatoria tenía muy claro que quería estudiar Ciencias Biológicas, cuando salí de la prepa estudie Químico Fármaco Biólogo a una universidad privada pero duré tres semanas, no me gustó la carrera, no era lo que yo esperaba de una universidad donde esperaba más apertura, me salí a las tres semanas de la carrera, trabajé ocho meses, hice mi trámite para estudiar a la UAM y me encantó, ha sido de las mejores épocas de mi vida en donde he cosechado amistades entrañables que nos seguimos viendo a la fecha”.

Sus inicios en la vida profesional fueron avocados principalmente a la investigación, para posteriormente tomar la decisión de venir a Querétaro, buscar una oportunidad de especializarse académicamente y también un mejor lugar para vivir y ver crecer a la familia.

“Terminé mi carrera y finalmente trabajé dos años en la industria farmacéutica porque Ingeniería Bioquímica era la mamá de la biotecnología, se estaba gestando la carrera y un área importante es la industria farmacéutica, trabajé dos años en investigación y desarrollo y me casé a un año de terminar la carrera, mi hijo tenía un año cuando termine la carrera y decidimos irnos de la ciudad de México, teníamos tres ciudades en la mira, Puebla, Querétaro y León, Querétaro ganó mi corazón por su belleza, por su ubicación geográfica y la cantidad de universidades que tenía en 1990, ya era una ciudad que despuntaba en términos educativos y eso fue lo que nos movió y aquí llegué en 1990”.

“Para 1993 nacieron mis otros dos hijos, naciendo mi hija hice los trámites para entrar a la universidad, no iba a dejar que pasara el tiempo y di con la UAQ y encontré uno de los pocos programas acreditados por el CONACYT que era la maestría en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, ahí conocí a dos doctoras como Elvira González de Mejía y Martha Martín Polo, en la entrevista para la maestría me preguntaron que si yo tenía familia y cómo le iba a hacer para estudiar un posgrado, yo realmente no veía ninguna dificultad y nos sentamos en una banca y la doctora Elvira me dijo que pensara bien que esto era una inversión, no un sacrificio, sin embargo a los pocos días si me ganó un poco el pánico y pensé en desistir, ya estaba yo aceptada en la maestría y fui a hablar con la doctora Martha y le dije que si me podía esperar un tiempo y me dijo que no era posible que el lugar era ahora o no era”.

Foto: Verónica Ruiz | Diario de Querétaro

Al cursar la Maestría en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, fue donde Teresa García encontró su vocación, el estudio de compuesto de plantas en el tratamiento del cáncer.

“De 1997 a enero del 1998 hice mi trámite para entrar al doctorado en Ciencias de los Alimentos y en ese momento nació mi línea de investigación actual en donde estudio proteínas de frijol ,lectinas, que son un tipo de proteínas específicas de reconocimiento contra cáncer de colón y durante 21 años hemos estudiado esa línea de trabajo, actualmente tenemos una lectina recombinante quiere decir ya no la extraemos del frijol sino que ahora la producimos en bioreactores, con métodos biotecnológicos, todavía nos falta camino para que esta proteína pueda tener algún potencial de comercialización y hemos trabajado mucho con muchos estudiantes”.

Foto: Hugo Arciniega | Diario de Querétaro

Al dejar el aula, Teresa García lleva una vida tranquila, aunque no deja de leer artículos de sus estudiantes puede pasar todo un día, del poco tiempo libre, en atender estos temas, disfrutar buenos momentos con la familia.

“En la carrera practicaba ballet clásico y basquetbol, ya no me es posible hacerlo de forma regular y lo que disfruto hacer, me gusta sentarme a escuchar la música clásica, new age y me gusta mucho sentarme a revisar los artículos de mis estudiantes, disfruto esa parte mucho, las tesis, se me puede ir el domingo entero buscando la información, valorando los artículos de mis estudiantes de doctorado, disfruto mucho a mi familia usualmente procuramos estar juntos al menos el sábado, comer juntos es decir el sábado trabajo hasta la tarde y nos vamos a comer y disfruto la tarde, relajarnos, disfruto mucho ir al cine con mi esposo”.

“Como persona me gustaría seguir trabajando fuerte en lo que me gusta que es la academia, quiero aprender a tocar violín, siempre me ha gustado aprendí a tocar piano en algún momento y cuando me jubile quiero aprender a tocar violín, quiero escribir un libro de novela y seguir trabajando en la academia desde mi trinchera”.