El Acueducto III sería perjudicial para el tema hídrico en Querétaro y los municipios de donde se extrae el agua, pues implica agravar los conflictos que ya se tienen en este rubro, comentó Francisco Javier Ruiz Cruz, consultor en políticas y justicia ambiental.
“El Acueducto II es una obra que, en un principio, generó un efecto placebo, pues dio de manera momentánea una sensación de resolución del problema, pero sin ningún efecto para las necesidades que tiene la población de Querétaro, que era tener acceso al agua y nos encontramos que con que estas obras generan deudas sociales”, sostuvo.
Señaló que se han realizado estudios académicos al respecto sobre la problemática de estos megaproyectos, que afirman que se despoja del recurso hídrico a otras poblaciones, además de que no hay un trabajo adecuado acorde con los ecosistemas, lo que complejiza el problema.
“En la zona afectada en Querétaro no se ha trabajado correctamente en la resiliencia de los ecosistemas y cuerpos de agua con los que cuenta el territorio, y se ha optado por obras de infraestructura y megaproyectos, lo que genera deudas ambientales y territoriales por los despojos de tierra y las afectaciones que deja la obra en su construcción”, comentó.
Añadió que esto perjudica el ámbito social ya que distintos municipios de estados aledaños han tenido afectaciones derivadas de ello, pues el acaparamiento de agua hace que el pequeño sector de la agricultura tenga pérdidas económicas importantes.
“Hace un par de meses, ¿cuántas protestas no se han presentado? Por personas campesinas o del sector agricultor que lejos de verse beneficiados por el Acueducto son afectados. Personas que se dedican a otra cosa o que han tenido que desplazarse porque no cuentan con el líquido para llevar a cabo estas actividades, dijo.