SESA se suma a la conmoración del Día Mundial contra la Hepatitis

La hepatitis vírica es una infección que produce una inflamación aguda en el hígado

Guillermo González | Diario de Querétaro

  · jueves 28 de julio de 2022

Foto: Cortesía | SESA

La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro, se suma a la conmemoración del Día Mundial contra la Hepatitis, celebrado cada 28 de julio con el objetivo de impulsar a nivel mundial todas las iniciativas y estrategias que pueda realizar el sector salud en contra de las hepatitis víricas.

El Día Mundial contra la Hepatitis ofrece una oportunidad para centrar la atención en medidas específicas tales como: fortalecer las actividades de prevención, detección y control de la hepatitis viral y sus enfermedades conexas; aumentar la cobertura vacunal contra la hepatitis B e incorporar la vacuna en los programas nacionales de inmunización, y coordinar una respuesta mundial contra la hepatitis viral.

La hepatitis vírica es una infección que produce una inflamación aguda en el hígado. Existen cinco virus diferentes de la hepatitis, cada uno catalogado con una letra del alfabeto diferente y mientras más alejado de la A se encuentre mayor es el riesgo que acarrea la infección.

La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados. Las hepatitis B, C y D se producen por el contacto con fluidos corporales infectados. Son formas comunes de transmisión, la transfusión de sangre o productos sanguíneos contaminados, los procedimientos médicos invasivos donde se usa equipo contaminado. En el caso de la hepatitis B, la transmisión de la madre al niño en el parto o de un miembro de la familia al niño, y también el contacto sexual.

Al inicio de la enfermedad puede provocar síntomas parecidos a los de la gripe, como: malestar general, fiebre, dolores musculares, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, diarrea e ictericia -coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica (blanco del ojo).

Al inflamarse el hígado las sustancias químicas que segrega empiezan a acumularse en la sangre, lo que provoca: ictericia, mal aliento, sabor amargo en la boca, la orina se vuelve oscura o del color del té, las heces se vuelven blancas, claras o del color de la arcilla; también puede haber dolor abdominal, bajo las costillas del lado derecho (sobre un hígado inflamado y dolorido) o bajo las costillas del lado izquierdo (sobre un bazo dolorido).