La Secretaría de Salud estatal advierte que la deshidratación resulta de una pérdida excesiva de agua y electrolitos del organismo, que puede ser leve, moderada o grave, según la cantidad de líquido corporal que se haya perdido o que no se haya repuesto.
Además, advierte que la deshidratación grave es una emergencia que pone la vida en peligro.
“El cuerpo puede perder una gran cantidad de líquidos a causa de: sudoración excesiva, fiebre, vómitos o diarrea, orinar demasiado (la diabetes no controlada o algunos medicamentos)”.
Una de las principales causas de deshidratación son las enfermedades diarreicas, generalmente por la falta de higiene en el manejo y preparación de alimentos o agua.
La deshidratación puede detectarse por la avidez por beber, el agotamiento, las extremidades frías y húmedas, la debilidad o ausencia de pulso radial y la disminución o ausencia de eliminación de la orina.
La deshidratación leve o moderada se caracteriza por: sed, inquietud o irritabilidad, ojos normales o ligeramente hundidos; en los lactantes, el síntoma característico es la depresión de la fontanela.
Los signos de deshidratación grave son letargo o pérdida del conocimiento, escasa ingestión de líquido o incapacidad de beber, ausencia de diuresis (orina), extremidades frías y húmedas, tensión arterial baja o indetectable y pulso rápido y débil.
Las personas con deshidratación deben tratarse de inmediato con sales de rehidratación oral (Vida Suero Oral), una solución que contiene cloruro sódico, glucosa, cloruro potásico y citrato, que ayuda a reponer el líquido y los electrolitos perdidos durante la deshidratación.