A 10 días de iniciada la protesta estudiantil por casos de acoso, el diálogo para terminar el paro de labores en la Universidad Autónoma de Querétaro ni siquiera ha comenzado, pues ambas partes mantienen rotas las negociaciones.
De un lado los alumnos del movimiento de Facultades Unidas señalan que, sin las 4 renuncias que han solicitado no comenzará el diálogo sobre la violencia de género porque las consideran garantías de la negociación.
Del otro lado, la rectora Teresa García Gasca afirmó que la salida de esos 4 funcionarios y docentes no podrá volverse “moneda de cambio” para establecer diálogo o acuerdos.
“Esta petición, en principio, es inaceptable, porque nosotros no tenemos ninguna denuncia respecto a lo que se les señala y no existe denuncia en ningún otro lado, excepto una que ya está concluida. No podemos cortar cabezas como moneda de cambio, es inadmisible e incluso pueden tener implicaciones legales por el daño moral que están teniendo estas personas”, dijo la rectora.
Abundó que en el caso del supuesto plagio acusado sobre la propiedad intelectual de la vacuna Quivax, se trata de algo que no tiene sustento puesto que los participantes en la investigación cedieron los derechos a la UAQ.
Los alumnos que mantienen tomado el centro universitario insisten en que la solicitud de las renuncias de Gonzalo Martínez, Juan Joel Mosqueda Gualito, José Alejandro Ramírez Reséndiz y Fernando Rocha Mier se debe a acusaciones fundadas, una situación que la rectora ha desmentido de manera tajante.
De acuerdo con integrantes del movimiento estudiantil, el comienzo de las mesas de diálogo está condicionado a la renuncia de cuatro personas docentes y administrativas, puesto que existe la necesidad de contar con una garantía de la disposición de las autoridades para con el movimiento estudiantil.