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QUERÉTARO, Qro.- (OEM.-Informex).- Destaca el sistema penitenciario de Querétaro entre los mejores del país, por garantizar una estancia digna para los internos, condiciones de gobernabilidad, reinserción social y atención a grupos vulnerables.
Lejos del concepto devastador, violento o degradante que se pudiera pensar existe al interior de una cárcel, y del trato que pudieran recibir quien por alguna razón cometió un delito, los centros penitenciarios de la entidad destacan por tener orden y seguridad.
De acuerdo a los resultados del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2017 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el sistema penitenciario de Querétaro fue el segundo mejor calificado a nivel nacional.
El director general de Reinserción Social, Miguel Ángel Contreras Álvarez, señaló que esto se logró gracias al proyecto Cosmos reinserción social que ordenó el gobernador Francisco Domínguez, y es coordinado por el secretario de Gobierno, Juan Martín Granados.
Destacó que cuando inició la administración estatal, el sistema penitenciario ocupaba el séptimo lugar en condiciones para los internos, un año después se logró posicionar en un cuarto lugar a nivel nacional, hoy ocupa el segundo lugar.
La evaluación señala que los penales de Querétaro tienen una apropiada atención en aspectos para garantizar la integridad personal del interno, una estancia digna, condiciones de gobernabilidad, reinserción social, y atención a grupos con requerimientos específicos.
Obtuvo la entidad una calificación de 8.13, lo que le permitió superar el promedio nacional establecido de 6.30; el primer lo obtuvieron los penales del estado de Guanajuato con una calificación de 8.19.
Se evaluaron tres de los cinco penales de la entidad: el Centro de Reinserción Social (Cereso), San José el Alto; el Centro de Reinserción Social Femenil, San José El Alto; y el Centro de Reinserción Social San Juan del Río.
Aunado a ello, en enero pasado el Centro de Reinserción Social Femenil, San José El Alto, y el Centro de Internamiento y Ejecución de Medidas para Adolescentes, recibieron la certificación de la Asociación Americana de Correccionales (ACA).
Para lograr esta certificación se debieron cumplir con 138 estándares que se clasifican en siete rubros: seguridad, protección, orden, cuidado, programa y actividades con miras a la reinserción, y un trato con justicia y derechos humanos.
Este año, dijo el funcionario, la entidad se buscará la certificación del penal de San Juan del Río, hasta lograr la certificación de todos los centros penitenciarios del estado, incluyendo las oficinas centrales de la Comisión Estatal del Sistema Penitenciario.
Gracias a esa certificación –resaltó- Querétaro cuenta con centros de internamiento que reúnen estándares internacionales, además obtiene beneficios a través del Plan de iniciativa Mérida y logra centros penitenciarios con orden y seguridad.
RECORRIDO EN EL CERESO FEMENIL
La limpieza, el orden y la disciplina, destacan al interior de las instalaciones del Centro de Reinserción Social Femenil, San José el Alto, que hoy cuenta con 108 internas, y una capacidad para albergar hasta a 249 mujeres.
Paredes limpias, pisos recién lavados, espacios amplios y ordenados a pulcritud, y una estricta seguridad, se observa muy temprano por la mañana, hora en que las internas se encuentran ya realizando diversas actividades.
Las 108 mujeres que actualmente viven aquí privadas de su libertad, tienen una edad promedio de 35 años y son originarias de diversos municipios del estado; tres de ellas son madres y tienen consigo a sus pequeños.
Los principales delitos por los que las mujeres en la entidad se encuentran presas, es por delincuencia organizada, secuestro y homicidio, seguidos de delitos como robo y fraude, entre otros más.
En un recorrido que realizó DIARIO DE QUERÉTARO a las instalaciones del centro penitenciario, se observó a las internas realizando actividades laborales, educativas y recreativas.
Se cuenta al interior con área para visita conyugal, donde inclusive se les apoya con preservativos de uso voluntario; además de área común habilitada para la convivencia familiar con horarios diferentes para procesadas y sentenciadas.
También se tiene una capilla donde se celebran misas cada semana con apoyo de Pastoral penitenciario; así como una biblioteca donde las internas son apoyadas con talleres de lectura y alfabetización.
Hay además áreas maternales, de estimulación temprana y de juegos para los hijos de las internas, así como áreas deportivas, consultorio médico, comedor y buzones en diferentes espacios para Derechos Humanos.
Actualmente las internas están contratadas por empresas de maquila, para realizar dijes, pulseras, ropa y peluches, actividades a través de las cuales obtienen una remuneración económica.
Informó el director que gracias a las actividades que se realizan al interior del centro femenil, hay un bajo índice de reincidencia en las mujeres que es del 5%; mientras que en los hombres la reincidencia es del 38%.
Como parte de la reingeniería que lleva a cabo Gobierno del Estado en los centros penitenciarios, se busca mejorar las condiciones laborales para las personas que se encuentran privadas de su libertad.
“Estamos buscando mejorar las condiciones laborales de las personas privadas de la libertad, inclusive se está pretendiendo que tengan seguridad social porque hay afectados colaterales que sufren el internamiento, en este caso su familia directa”, dijo el director.
Se están modernizando las aduanas de ingreso en los penales para fortalecer la seguridad y que las revisiones sean menos invasivas, y se construyen salas de audiencia para evitar el traslado de los procesados.
