“Samy”, tiene 41 años, y con 17 de “zanquero”, además ha tenido la oportunidad de viajar a España en dos ocasiones para trabajar en las calles. Aquí, en Querétaro, lo hace en los cruceros, pero ahora, tanto él como otros artistas callejeros, han sido desplazados por los candidatos políticos que hacen proselitismo y que se posicionan en los cruceros, con lo cual no les permiten realizar sus actividades.
“En el ámbito callejero empecé haciendo malabarismo con fuego, y zanquero, como lo que hago ahora, tengo 17 años. Además, he estado en proyectos de circo y de teatro”, expresó el hombre oriundo del puerto de Acapulco, Guerrero, quien tiene a su esposa y tres hijos.
Agregó que cuando empezó la pandemia decidió volver a trabajar a las calles, lo cual consideró cansado, aunque un espacio noble. “Uno es su propio patrón y tiene sus propios horarios. Cada quien sabe lo que tiene que trabajar para obtener el dinero que quiera conseguir”.
El malabarista dijo que, si bien eso le da para vivir, ha notado que cada vez hay más personas que trabajan en los semáforos, ya que se percataron que es buen negocio tener un trabajo en algún punto donde hay automovilistas.
“Siempre ha habido artistas callejeros, pero ahora hay más, porque se dieron cuenta que sí sale, mejor que en una empresa normal. Pero nosotros sí nos percatamos la ciudadanía reconoce cuando alguien tiene más talento y es al que le dan propina”, argumentó Samuel.
Incluso, mencionó que hay artistas callejeros que cuando llegan a “su crucero” lo hacen intoxicados, y que eso es lo que ofrece una mala imagen que luego le causa malestar a la gente que pasa y se percata de ello.
“Por ejemplo, hay gente que me ubica en eventos y festivales, y me dicen de volada que soy el que trabaja en el crucero de Constituyentes… esa es la diferencia”.
Precisó que en 2009 fue cuando llegó a la ciudad de Querétaro, ya que además ha tenido la oportunidad de estar en España un par de veces, así como en Cancún.
“Me fui a España con los zancos, donde estuve en dos espacios de seis meses en intervalos de dos años. La primera vez fui como a vacacionar y la segunda, me invitaron a participar en festivales. Llevaba visado de trabajo temporal. Estuve en Madrid, donde viví, luego en Barcelona, pero recorrí varios lugares con una compañía circense en Segovia, Valladolid, Valencia y otros sitios”, compartió sobre su recorrido realizado en 2021 y 2022 justo durante la pandemia.
Dijo que en España también hay artistas callejeros, pero que no son de ese país, sino que son latinoamericanos, lo que le permitió conocer gente de otras naciones como Argentina, Uruguay, Chile y Perú, aunque comentó que no encontró mexicanos con alguna actividad de ese tipo.
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En su trabajo por México, platicó que conoce todas las costas, ya que ha viajado “semaforeando” por varias partes del territorio nacional. “Aquí, la gente es más cálida y te sonríe. Allá, lo ven como que tienen que dar para ayudar al artista”.
Al trabajar en la calle, afirmó que ha estado expuesto a ciertos accidentes, además de que le ha tocado ver muchos choques.