María Alemán Muñoz Del Castillo, legisladora federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y candidata al gobierno municipal de Querétaro, conminó a las autoridades del Ayuntamiento a responsabilizarse del bienestar, seguridad y salud de los adultos mayores de la capital –que ya suman más de 111 mil 790 (12% de la población total), y evitar se les cobre el servicio de taxi.
Con ello, se beneficiaría también a la economía de estos transportistas, quienes, aseguró la diputada hoy se constituyen en uno de los sectores más golpeados en sus ingresos, derivado de las acciones necesarias que se aplican para minimizar los contagios por COVID-19, entre ellas el encierro obligado.
“Hay más de cinco mil familias en la ciudad que dependen económicamente de un taxi. Hoy también con la pandemia, han pasado por momentos muy complicados, ha sido un gremio muy golpeado”, agregó.
Consideró que los adultos mayores merecen ser reconocidos por su aporte a la sociedad, y desde el gobierno, son pocas las estrategias en sus beneficios. Es por ello, decidió tomar las riendas de este proyecto que –de llevarse a cabo- impactaría en la vida de 15 mil familias queretanas, entre ambos sectores.
“Su falta de sensibilidad y empatía hacia los problemas que enfrenta este sector de la población, “son una parte fundamental de nuestra ciudad, olvidarnos de ellos es no entender la importancia que tienen nuestros adultos mayores en la construcción e historia de nuestra ciudad”, agregó.
El proyecto contiene que el taxista que opere este servicio, constante o esporádico, se hará acreedor a un pago de 15 viajes o 790 pesos, como garantía mínima. Para ello, el municipio deberá presupuestar 495 mil pesos por mes, abundó.
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“Los adultos mayores se han tenido que confinar de manera permanente, muchos de ellos han dejado de ir a comprar sus medicinas o acudir a sus centros de salud porque no tienen recursos para un transporte privado y las rutas siempre van saturadas, son uno de los principales focos de infección”, manifestó Muñoz Del Castillo.
Esto sin contar que el Covid-19 obliga a replantear la realidad de quienes son más susceptibles al contagio, como son los mayores de 65 años.
A la mesa acudieron representantes de taxistas y de personas de la tercera edad, quienes, con sus historias de diario andar, expresaron la necesidad de viajar, pero de viajar seguros y sobre todo, que ello no afecte su economía.
“Con voz entrecortada, la señora Felícitas, mayor de edad, expresó cuánto extraña a su familia.
“Esto del coronavirus está muy avanzado; nosotros, los adultos mayores, ya no podemos movernos para bajar y subir de camiones, y además nos podemos contagiar en los camiones. No podemos cuidarnos de otra manera. Es muy difícil lo que estamos viviendo. Sí tenemos familia y uno se va quedando poco a poco solo y es necesario el apoyo”, lamentó.
