Testimonio de Manuel, el primer trasplantado

Cuando tenía 13 años la vida de Manuel Rodríguez Valencia dio un giro de 180 grados al recibir la noticia de padecía de insuficiencia renal crónica terminal

ALEJANDRO PAYÁN VÁZQUEZ|Diario de Querétaro

  · viernes 27 de septiembre de 2019

Acompañado de su familia recibió una segunda oportunidad/HUGO ARCINIEGA

Cuando tenía 13 años la vida de Manuel Rodríguez Valencia dio un giro de 180 grados al recibir la noticia de padecía de insuficiencia renal crónica terminal, al principio sólo dormía mucho, estaba cansado, lo que llamó la atención de su familia fue cuando orinó sangre, inmediatamente fueron al hospital y recibió el diagnóstico, hace 10 años que el caso de Manuel se convirtió en el primer Trasplante realizado con éxito en el estado.

Manuel vive y es originario del municipio de Colón, una vez que fue diagnosticado lo canalizaron al Hospital del Niño y la Mujer donde la especialista Magda Vianney Segundo tomó su caso hasta que terminó el proceso.

Fundación Soffy realizó un festejo en el marco del Día Nacional del Trasplante/ESPECIAL

“Prácticamente fue de la noche a la mañana, una noche me sentí mal y al otro día nos dieron el diagnostico, mi espera fue en un año y medio aproximadamente porque mis riñones aún funcionaban entre un 13 y 16% en el proceso del protocolo con el cuidado que se tiene que llevar, no tuve ni diálisis, llegué al trasplante, los últimos dos meses me hicieron hemodiálisis para limpiar mi cuerpo antes del trasplante, entre a quirófano el 6 de julio a las dos de la tarde, la operación es complicada porque tanto donador como receptor estamos en el mismo espacio, solo recuerdo despertar hasta las 6 de la mañana del otro día”.

La recuperación de Manuel fue prácticamente normal, después de 5 días en cuidados intensivos, en 15 días regresó a su casa y retomó sus actividades, aunque no de manera normal, pero con vida, con esa segunda oportunidad que tuvo gracias a la donación de su papá.

“Empecé a normalizar mi vida, salir con mis amigos, poner mis coreografías de baile aparte de que prácticamente empezamos a hacer una vida normal con los cuidados que debemos de tener ya que fuimos trasplantados, tomar nuestros medicamentos, cuidar nuestra alimentación y las medidas de toma de agua”.

Ahora Manuel trabaja como voluntario en diversas asociaciones como ALE y Soffy, no olvida el apoyo que recibió cuando era un niño y quiere regresar un poco de la esperanza que recibió, además tiene dos grupos con los que realiza labor social en su municipio.

“A esa edad, un niño o joven quiere salir a la calle, divertirse, bailar, algunos ya hasta toman o fuman, pero en nuestro caso es diferente porque tenemos que madurar lo suficiente para no cometer una imprudencia que provoque el rechazo del órgano, un error grande que cometí fue comer en la calle me comí una de las famosas tortas que hay en Querétaro y tuve una infección en el estómago, del intestino y en la garganta al mismo tiempo por comer en la calle es necesario tener cuidados y de ahí tuve mi primer amenaza de rechazo”.

Manuel es un agradecido con la vida, desde hace 10 años a la fecha culminó sus estudios, se casó y ahora es papá, está consciente que su caso de éxito fue muy importante gracias al apoyo de su papá que fue el donador, aunque no todos los que esperan tienen esa oportunidad.

Un paciente con muerte cerebral donó sus riñones y una córnea./Cortesía.

“Mi mensaje a la gente es que digan que si a la donación de órganos, que digan que si a la vida y que le den la oportunidad a los jóvenes de que sean felices y niños que tienen ganas de vivir que les den esa oportunidad de ser felices, que puedan hacer una familia que dejen historia en Querétaro, el ser trasplantado no nos limita a hacer cosas, al contrario nos da una esperanza de vida más grande para tener un mejor crecimiento, tanto personal como social”.