En Querétaro existen programas dirigidos especialmente a la atención de menores que trabajan, sin embargo, las distintas realidades en las que se desenvuelven las infancias aún no alcanzan el ideal de garantizarles los derechos que se les reconocieron, debido a que el 5% de los niños y niñas en el estado desempeñan alguna actividad laboral.
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil que se conmemora hoy, la última Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI), elaborada en 2019 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señala que cerca del 8% de la población considerada en edad infantil, de entre 5 y 17 años, desempeñan alguna actividad laboral.
El INEGI considera ocupaciones no permitidas las que involucran el daño o el riesgo a la integridad física y psicológica de los menores, como lo es la explotación sexual o las actividades ilícitas. La cifra que se identificó en el levantamiento de 2019 para Querétaro se ubicó en el 5%.
Para la docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAQ, Oliva Solís, a pesar de la normativa institucional que ha adoptado al concepto e incluso ha implementado sanciones y mecanismos para evitar la explotación laboral de la niñez, “no todos estamos en la misma condición, no todos tenemos el acceso a las mismas oportunidades”.
A pesar de que los niños y las niñas pueden compartir un grupo etario y una serie de derechos que se les han reconocido por la ley, de acuerdo con Solís “los derechos son universales, pero no todo mundo puede acceder a esos derechos, por ejemplo, la población indígena está en una situación social distinta a la nuestra, (…) a lo mejor ni siquiera saben que tienen esos derechos o los medios para exigir que se cumplan; la ley, es pareja, pero la realidad no lo es”.
Y es que entre las actividades que el INEGI identificó que los niños y niñas desempeñan, se encuentra el apoyo en actividades del sector primario, como la ganadería y la agricultura; así como también, la minería, construcción e industria. Un punto importante es que los menores trabajan en el comercio, como vendedores ambulantes, de limpieza, entre otros.
Además de las actividades no permitidas y de riesgo, el INEGI y la ONU, así como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef, contempla al trabajo infantil en el desempeño de actividades domésticas que límite su desarrollo físico o emocional.
Para Oliva Solís el concepto de infancia es muy reciente, puesto que no fue sino hasta el último cuarto del siglo pasado, que se incluyó a la niñez entre las minorías de las que anteriormente no se habían reconocido sus derechos, como las mujeres, los indígenas y la población afrodescendiente.
“La concepción de la infancia como tal es relativamente reciente, del Siglo XX, la idea de que los niños tienen derechos es todavía más reciente, a partir de la década de los 70, (…) dentro de los derechos humanos están los de la infancia”, aseguró.
Asimismo, recordó que fue hasta entonces que se incluyó en las instituciones educativas el difundir los derechos de la infancia, “uno diría, siempre ha habido niños, sí, pero la idea de la infancia, el concepto y lo que supone la cuestión de cuidado, educación, salud, es lo que es muy reciente”.