Un millón de fieles habrán visitado la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano al término de los días santos y tan sólo durante el Viernes de Dolores, a eso del mediodía, ya se habían contabilizado más de 20 mil. El cansancio de los peregrinos se reflejaba en sus rostros, al igual que la emoción de haber cumplido la meta de postrarse ante los pies de la Virgen María, y ser partícipes del Viernes de Dolores, con el que se recuerda el sufrimiento que tuvo que soportar ante "la pasión de Jesucristo".
“Hay un enemigo que todos tenemos en común y en el cual tenemos, nosotros, pedirle a Dios, por intercesión de María que nos libere, el enemigo del pecado, ese enemigo que se involucra en la vida de nuestra familia, de nuestra persona, pero también en la sociedad. Vemos involucrado al maligno, propiciando situaciones de pecado, situaciones de errores, situaciones que destruyen al otro, aquí, en medio de nosotros, en nuestras comunidades, pero hermanos, pidámosle al Señor, cuando recemos el Padre Nuestro con toda sinceridad: libéranos del mal, libéranos del peor enemigo que tenemos y que, a veces, convivimos con él y que a veces nos parece tan natural vivir en pecado, es decir, vacíos de Dios y llenos de todo aquello que no es de Dios. Libéranos del mal”.
El obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, ofició la Santa Homilía, efectuada en el atrio de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Los Dolores de Soriano, en el municipio de Colón.
Conminó a los fieles a poner ante el altar tanto vicisitudes como logros, pero tomando en cuenta que la devoción a la Virgen no puede reducirse a tres días de actividad.
Enfatizó que los católicos deben asirse de Dios en sus momentos de crisis, y que al hacerlo desde la fe.
“El objetivo de Jesús de venir a este mundo es salvarte a ti, salvarnos a todos. El objetivo de los padecimientos de Jesús es ofrecerlos por ti, para purificarte a ti y ¿por qué María no iba a estar unida a esos dolores y a este proyecto salvador de Jesús?… desde que le dice sí a Dios, a través del Arcángel Gabriel, desde ese momento se confía totalmente en Dios, cierra los ojos y le dice: estoy en tus manos. Estar en las manos de Dios, hermanos, no quiere decir que El Señor no permita en nuestra vida momentos dolorosos, estar en las manos de Dios no quiere decir que nos vaya como nosotros queramos, estar en las manos de Dios, confiar totalmente en Dios, como María, significa que se haga la voluntad de Dios”.
VITAL RESPALDAR A LA JUVENTUD
Resaltó que en el año de la juventud resulta indispensable pedir por dicho sector, que representa a más de la mitad de los queretanos. La mejor manera de apoyar a los jóvenes, continuó, es orientarlos desde la familia, además de dotarlos con herramientas que les permitan tomar las mejores decisiones en la vida.
“La iglesia tiene puesta su esperanza en los jóvenes. Es un tiempo en el cual impulsamos esta pastoral juvenil e impulsamos la misión de los jóvenes y el protagonismo de los jóvenes, en medio de nuestras estructuras eclesiales, de nuestras parroquias y en todos aquellos caminos en los que los jóvenes mucho pueden hacer”.
DIOS ANTE LOS RETOS
Reconoció que como seres humanos siempre tendremos que enfrentar retos en nuestras vidas, pero que en esos momentos hay que recurrir a Dios, suplicándole superarlos desde la fe.
Al inicio de la misa detalló que la misma estaría destinada a orar por quienes más sufren, recordando así que Jesucristo siempre estuvo acompañado de su madre.
“Agradezcámosle a Dios que nos enseña a afrontar las situaciones difíciles de nuestras vidas. Hoy pediremos por los que más sufren, por todos aquellos que especialmente viven alguna situación de enfermedad, alguna situación de división familiar, o algún mal que les aqueja, que les angustia en su interior; cada quien en su mente y en su corazón póngalo en las manos de Dios… cada uno en silencio, pídale perdón a Dios por sus pecados”.
UN MILLÓN A SORIANO
Rogelio Cano López, Rector de la Basílica, detalló que las peregrinaciones comenzaron a arribar desde el 11 de marzo y que al término de la Semana Santa se habrá contabilizado a un millón de fieles en el santuario.
“El día de hoy (viernes), son 15 eucaristías, el día de mañana son 20 y el domingo 25, en diferentes espacios de la Basílica. La gente viene a eso, a participar de la eucaristía, a participar de la confesión, entonces, por eso tenemos que administrar estos sacramentos que, además, son el culmen de una peregrinación… para vivir bien los días santos”.
Aseveró que quienes acuden al santuario, lo hacen “en un ámbito de fe”, pues son “creyentes, peregrinos, con muchas necesidades, a veces de salud, en ocasiones a nivel moral; son tantas las necesidades entonces, esa necesidad evoca, necesariamente, ir a un lugar para pedirle a Dios en una actitud humilde y cómo es esto: el caminar, el pedirle que les conceda la fortaleza para continuar”.
Resaltó que ante dichas necesidades, la tarea de los santuarios es transmitir la palabra de Dios a través de los sacramentos, sí, pero también de todas las acciones encaminadas a abonar a las esperanzas de la gente en Dios.
Posterior a la misa, los miles de fieles que se habían congregado continuaron con su jornada, con el corazón fijo en hacerle ver a la Virgen que no se olvidaron de ella y con la intención plena de pedirle que no los abandone.