Los festejos de temporada decembrina serán diferentes en los asilos este año, sin la posibilidad de poder recibir visitas o un abrazo; los abuelitos tendrán que adaptarse a las medidas de la “nueva normalidad” para no pasar de largo estas importantes fechas.
Elizabeth Ugalde Álvarez encargada del área operativa del asilo San Sebastián en el centro de la capital, reconoció que los últimos nueve meses han sido complicados para los abuelitos, pues estaban acostumbrados al cariño y convivencia con diferentes personas que acudían a convivir cada semana.
“Es una anormalidad porque nadie estábamos acostumbrados a ello, sin embargo levantarles el ánimo a los adultos mayores ha sido complicado, no es fácil porque habíamos suplido mucho la ausencia de las familias con el afecto, entonces este afecto que es a través del contacto físico con los amigos que nos visitaban, familiares y nosotros siendo pocos no alcanzamos a abrazar a tantos”.
Reconoció que una fecha importante como la celebración de la navidad será diferente en esta ocasión, pues debido a que los adultos mayores son población de riesgo no pueden estar expuestos a algún contagio.
“Estamos muy complicados con la pandemia, nosotros no tenemos acceso de personas entonces si estamos en una soledad temporal, esperemos que no sea muy prolongado, ya tenemos nueve meses así, pero festejaremos aquí en casa, con el personal que laboramos, haremos la comida y aquí romper alguna piñata los abuelos con el mismo personal”.
Para hacer llegar el cariño y afecto de la gente echarán mano de videos, aunque los abuelitos no están acostumbrados al uso de tablets, computadoras o celulares, se motivará a familias para que graben un mensaje de cariño que les proyectarán a los abuelitos del asilo San Sebastián.
“Queremos tener videos de personas que manden para pasarlo a los abuelos que puedan sentir este cariño y este abrazo a la distancia de las personas a través de un video donde la gente participe, No encuentro otra manera de cómo hacerle dado que los adultos mayores son grandes y no tienen una computadora, Tablet o celular, no los saben manejar, tener una pantalla y hacerlos reír”.
El reto es diferentes para todos, hace un par de meses circuló a través de redes sociales un mensaje donde se pedía apoyo para el asilo de la Divina Providencia en la colonia Niños Héroes donde la gente se volcó a apoyar de manera desinteresada.
La hermana María del Socorro Mora Torres, encarga del centro de protección a ancianos de la Divina Providencia, explica que para navidad grupos de la sociedad civil se organizan para llevar apoyo, aunque no pueden convivir directamente con los abuelitos, les llevarán música, regalos y ropa.
“En esta ocasión (navidad) siempre venían algunos bienhechores a dejarnos regalos o a darles algo a los abuelitos, tamales o comida, no lo dejamos desapercibida la fecha porque si van a venir a traerles una comida y les vamos a festejar con los trabajadores que viven aquí junto con nosotras les festejamos el 24 de diciembre con su misa, con su cantos de navidad, con su comida que es lo que más disfrutan, la convivencia va a ser casi exclusiva de los trabajadores y de nosotros”.
Las medidas de prevención también se han reforzado, la falta de convivencia ha tenido un efecto en el ánimo de los 48 adultos mayores que aquí viven.
“Para ellos ha sido difícil porque no han tenido convivencia con niños, adolescentes, con estudiantes, con familias, con bienhechores y al principio si sentían la soledad y el por qué no vienen, ahora ellos están como es una edad donde están tranquilos, apacibles o más vulnerables de la salud, ellos están aquí con nosotros, les ponemos música en la mañana y en la tarde, las chicas que trabajan con nosotros, les ponen juegos, tratamos de que no pasen desapercibido todas las fechas importantes para que vayan viviendo su año como siempre”.
La hermana incluso destacó que se abrió un calendario de posadas del 15 al 24 de diciembre donde la gente va a poder entregar un presente a los abuelitos, los podrán ver desde la entrada y saludarlos, incluso mandarles algunos platillos, pero evitando el contacto o la cercanía para evitar exponerlos.