La salud mental es parte muy importante de la vida diaria, expresó Marbella Espino Cortés, médico psiquiatra y jefa del centro Estatal de Salud Mental, quien cuenta que tras 24 años de experiencia ha confirmado que los médicos también sufren, necesitan apoyo y al final también son seres humanos.
“El sufrimiento del médico es algo no fácil de hablar, es parte de un tabú, parte de un estigma, vemos al médico como un héroe y también parte de eso es decir que no se enferma o no la pasa mal y el sufrimiento deber ser algo visibilizado, algo entendido y en cualquier ser humano la expresión de la emoción debe ser algo a lo que le demos espacio”.
Nacida en el estado de Hidalgo y formada en su carrera médica en la capital del país, la doctora Marbella explica cómo fue que decidió dedicarse a cuidar la salud mental de las personas.
“Estaba en el tercer año de Medicina General, había pensado en ser pediatra y cuando tuvimos la práctica de psiquiatría, acudí a hospital Fray Bernardino Álvarez, entre a ver a los pacientes y me conmoví enormemente, dije esto es lo que quiero hacer, quiero atenderlos a ellos, fue sin duda la mejor elección que pude haber hecho, estoy muy contenta, no es nada fácil, implica enormes desafíos y uno debe tener el estómago para hacer lo que hace, así como estoy segura de que no quería ser cirujano o ginecóloga, estoy segura que como psiquiatra estoy feliz y que hago el mejor trabajo que puedo”.
Agradecida con Querétaro y quienes le brindaron la oportunidad laboral de poder hacer un vida y crecer tanto profesional como humanamente en esta tierra.
Reconoce que los médicos al final de su jornada son seres humanos con sentimientos, miedos y aprendizajes que día con día los van formando, aunque no todos los casos sean exitosos, aprovechar el aprendizaje es el principal reto de cualquier profesional de la salud.
“En mayor o menor medida los pacientes nos van a impactar, nos dediquemos a lo que nos dediquemos, sean ortopedistas, urgenciologos, médicos generales o familiares, lo que sea porque no dejamos de ser seres humanos y entonces ver que el otro está sufriendo y si el otro ve una condiciones particulares, por ejemplo que a mí me conmuevan los niños o los adultos mayores”.
El tema emocional es muy importante para mantener el equilibrio y manejar emociones, dolorosas y positivas que al final definen nuestra personalidad y nuestras decisiones.
“Siempre hay casos en los que uno piensa que uno pudo haber hecho más, especialmente cuando alguien muere y en estos casos en salud mental muchas veces lo que vamos a encontrar es que murió por suicidio y claro que hay pacientes que eran objeto de nuestra atención, esto nos hace pensar en que a un médico no se le mueren pacientes solo que no atienda pacientes entonces indudablemente ocurrirá pero siempre es útil que nos mueva la reflexión si pudimos haber hecho algo más como individuos, como equipo de trabajo o en colaboración con la familia y esto debe también moverte a buscar mejorar lo que estás haciendo”.
Al dejar la bata en el consultorio no es tan fácil, trabajar diariamente con emociones mueve también emociones al interior de los médicos, que si no se identifican correctamente pueden arrastrar o hacer daño en la vida diaria.
“Vivir como médico no es sencillo, que te llamen pacientes a cualquier hora de la noche o del día, que te soliciten alguna intervención de urgencias, que tengamos que ir a capacitación continua, muchas demandas implica que a veces los compañeros, las parejas o los hijos deban tener un entendimiento particular de la condición del médico o de que a veces como psiquiatras o profesionales de la salud mental en que escuchamos todo el día y hablamos todo el día y a veces en casa uno verdaderamente está agotado y lo que menos quieres es continuar siendo un profesional en casa o en una reunión social o en situaciones así”.
Para la doctora Marbella disfrutar de su familia es su máxima entrega, sin culpas, cuando puede ver series, de zombis son sus preferidas, escucha música y dedica otra parte del tiempo al ejercicio y actividades domésticas, distribuye su tiempo libre en diferentes roles.
“Estoy segura que para que desarrollemos mejor lo que tenemos que hacer es muy bueno tener diferentes roles que se compensen, a veces el trabajo compensa otros escenarios difíciles o a veces mi familia compensa las dificultades que tengo en el trabajo y así es la vida finalmente ir encontrando esas formas de respuesta que son muy individuales, lo que a mí me gusta lo que a mí me hace feliz probablemente a otra persona no pero hay que encontrar lo que nos hace feliz y dedicarnos y entregarnos a estas cosas que nos hacen bien”, finalizó.
