El obispo Faustino Armendáriz Jiménez urgió a frenar la inseguridad que afecta al país y que entre sus víctimas tiene registrados a varios sacerdotes.
“Detrás de esto, lamentablemente, también puede estar el odio a la fe, por eso duelen estos acontecimientos pero no nos hacen bajar la guardia”, declaró al ser interrogado respecto los alrededor de 50 asesinatos cometidos contra sacerdotes en los últimos diez años, tres de los cuales ocurrieron en este 2018 y de esos, dos en el transcurso de la semana, uno en Cuautitlán Izcalli y el otro en Guadalajara.
Afirmó que ya se registró comunicación con la Diócesis y Arquidiócesis correspondientes para dar el pésame por lo ocurrido, pero urgió a que exista seguridad para todos los mexicanos, pues lo ocurrido a los sacerdotes es sólo un reflejo de la situación que aqueja a la población, ante una autoridad carente de capacidad para afrontarla.
“La vida sacerdotal está preparada para afrontar cualquier obstáculo y cualquier dificultad, nuestro modelo es Jesucristo, Él murió en la cruz; en un momento dado es la suerte del pastor, sin embargo; no nos consolamos de que esta injusticia se esté perpetrando en un país, que es un país donde la violencia crece y los gobernantes no tienen la capacidad para afrontarla… Estos son tres sacerdotes, pero ¿cuántos hermanos pobres han sido asesinados también?, estamos entre el número de asesinados, llama la atención porque son sacerdotes, pero tiene que llamarnos la atención también el que es masacrado en su dignidad, el que es descartado de la sociedad y el que es asesinado injustamente”.
En la entrevista, también lamentó los asesinatos ocurridos en San Joaquín, municipio de Querétaro, situación que dijo “merece mucha atención” y subrayó que para generar la seguridad que México requiere es que deben participar todos los sectores.
“Creo que no es con la policía nada más y con las cárceles, si no el tejido social se sana desde la familia, ¿qué se está haciendo por la familia?, ¿qué se está haciendo por los empleos, para contrarrestar los grupos delictivos y que los jóvenes no opten para trabajar en esos grupos delictivos? ¿Qué se está haciendo por la educación? Porque eso es cuestión cultural también, ¿cómo se está dando oportunidades a los jóvenes para que sigan una carrera profesiona?, ¿cómo se les está ayudando?, ¿cómo se les está preparando?, pero, sobre todo, esto nace en una infraestructura de pobreza, de pobreza que tampoco se ha sido capaz de erradicar a pesar de las campañas contra la pobreza”.
Respecto al robo ocurrido en Tlacote, dijo tener confianza en que existirá respuesta positiva por parte de las autoridades.
“Nos han dicho que están trabajando y esperamos que haya resultados, como los hubo en Buenavista , donde aprehendieron a los que asaltaron”.
SACERDOCIO, LLAMADO DE DIOS
Rechazó que la inseguridad se vaya a ver reflejada en un menor número de hombres interesados en responder al sacerdocio.
“Las vocaciones son llamados de Dios, no son profesiones donde se calcula y se razona si voy a ser rico o que, si no es una respuesta al llamado de Dios a servir al pueblo ante la llamada de Dios no hay obstáculo que nos detenga”.
Indicó que cada año se ordenan en Querétaro de cinco a diez sacerdotes, mientras que entre los que se encuentran en formación hay alrededor de 80 en el Seminario Mayor, 50 en el Menor y 300 en curso introductorio.
Por último, urgió a la grey a sumarse a la colecta que se realiza a favor de la vocación sacerdotal, toda vez que “la generosidad de la gente es la que mantiene al Seminario”.