Los niños con Asperger pueden registrar mejoras si se lesbrinda el tratamiento adecuado, padecimiento que no les impidetener un desarrollo intelectual igual o incluso superior al deotros infantes.
Lo anterior lo dio a conocer la Secretaría de Salud, con motivodel Día Internacional del Síndrome de Asperger que se conmemorael 18 de febrero, con el propósito de concientizar a la poblaciónde la importancia de detectarlo a tiempo.
Informó que en el Hospital de Especialidades del Niño y laMujer se atiende alrededor de diez casos por mes, al ser detectadospor la escuela de menor o bien, por instancias externas paravaloración neuropediátrica.
Todos los casos detectados son canalizados al Centro Estatal deSalud Mental, donde se brinda atención especializada al infante,así como a sus familiares, a quienes se les explica que elsíndrome es uno de los trastornos del espectro autista quepresenta síntomas a una edad temprana, pero se suele diagnosticarcuando el niño está en edad escolar.
Las personas con síndrome de Asperger tienen problemas condestrezas sociales, emocionales, de comunicación, tienen conductase intereses inusuales, además de problemas para comprender lossentimientos de otras personas y para expresar los propios.
Quienes lo padecen también dificultades para entender ellenguaje corporal evitan el contacto visual, tienden a desear estarsolos o quieren interactuar pero no saben cómo hacerlo; tambiénllegan a ser obsesivos; platican sólo acerca de ellos mismos y desus intereses; hablan de forma poco usual o con un tono de vozextraño, tienen dificultad para hacer amigos; se sienten nerviososen grupos sociales grandes y suelen ser descuidados.
Las personas con dicho padecimiento también tienen rituales quese niegan a cambiar, como una rutina muy rígida para irse adormir; realizar movimientos repetitivos e incluso llegan apresentar reacciones sensoriales poco comunes.
Para realizar el diagnóstico un médico neurólogo pediatra oun neuropsicólogo llevan a cabo pruebas psicológicas como la deWisconsin, de Trail-Making, escala de Stanford-Binet, para asíbrindar los servicios adecuados.
Por último, subrayó que quienes padecen el síndrome deAsperger no tienen retrasos del lenguaje, tienen un coeficienteintelectual al mismo nivel o superior al de la mayoría de losniños y las terapias que se les brindan son de lenguaje yconducta, aunque también puede llegar a recetárseles medicamentosantidepresivos.