Debido a las obras que se realizan en el Paseo 5 de Febrero y al tráfico lento que esto ocasiona, usuarios del transporte público deciden descender de las unidades para caminar con la intención de llegar a tiempo a sus trabajos, o en el caso de los estudiantes a la escuela.
Y es que entre las siete y ocho de la mañana se crea un congestionamiento vial en esa arteria, por lo que la gente prefiere caminar en su desesperación por llegar sin problemas a sus destinos.
Gloria dijo que trabaja en una casa del Campanario en donde hace limpieza de lunes a viernes, aunque los sábados hace lo mismo, pero en El Pueblito.
“Prefiero caminar desde Carrillo hasta Zaragoza, porque si me vengo en el camión luego llego tarde y me desespero mucho”, expresó.
Comentó que es nacida en esta ciudad a la cual le ha tocado ver crecer con el paso del tiempo; ella tiene 48 años y afirmó que nunca ha vivido en otro lugar que no sea la capital.
“Esto parecía un pueblo hace muchos años. Mi mamá nos decía que con los años se iban a poblar esos cerros que se ven a los lejos y ya veo que sí. Ahora lo estamos viendo con esta avenida que están haciendo más grande”, indicó.
Además de Gloría, se observa el caminar de otras personas que prefieren ir a pie a sus actividades, pero también se ha incrementado el número de ciclistas y motociclistas que prefieren ganarle el trayecto a las unidades de transporte público de pasajeros.
Otro caso es el de Beatriz, quien comenta que estudia en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
“Vivo en Satélite y pasan algunos camiones, pero vienen llenos y luego en 5 de Febrero van muy lentos. Dejo que avancen un poco y ya me bajo pasando el puente del ferrocarril para caminar. Tengo mi tiempo calculado para entrar a mi primera clase”, expresó.
Platicó que tiene que caminar unos 25 minutos, pero que es mejor para ella que pasar tres cuartos de hora mientras se baja a la altura de la UAQ.
Otro caso es el de Alan Eduardo, quien dijo que trabaja en una tienda ubicada en la carretera a Tlacote, a la altura de la Zona Militar. Él echa mano de su bicicleta debido a que los camiones de pasajeros tardan en llegar de un punto a otro.
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“Vivo en San José de la Montaña, pero prefiero venir en la bicicleta. Lo hago desde antes de que empezaran las obras y pues ahora veo que es mejor”, mencionó.
Al preguntarles cuánto tiempo “ahorran” si dejan de usar el transporte, mencionaron que es entre el 30 y 40 por ciento aproximadamente, lo cual consideran que es ganancia para no llegar tarde a donde tienen que realizar sus actividades.
