Mary es una mujer de 58 años de edad, tiene debilidad visual, viene del Estado de México, vive en una casa de asistencia y se gana la vida cantando en el Centro Histórico. Su única herramienta son una bocina y un micrófono, los cuales le fueron robados este miércoles por dos sujetos que se aprovecharon de su discapacidad.
“Ya me iba a mi casa en la noche porque había trabajado buena parte del día. En eso se me acercaron dos tipos, uno de ellos olía muy feo; me dijeron que si me ayudaban a cruzar la calle frente al Jardín Zenea. Uno me dijo que me ayudaba con la bocina y el micro, y se los pasé, pero se fueron rápido y me dejaron sobre la calle Independencia”, expresó un tanto desconsolada, sin la posibilidad de cantar a los peatones que pasan por el Andador 5 de Mayo.
Indicó que primero había ido a buscar a un policía para que la apoyara a pasar la calle, pero al no hallarlo estos tipos se le acercaron con la supuesta intención de ayudarla. “Quién me manda a ser confiada, y estos no me llevaron por donde no me voy, sino que sentí que me llevaron para otro lado”.
Ahora, Mary tiene la esperanza que este Día Internacional de la Mujer, alguien se apiade de ella y le obsequié una bocina y un micrófono SD para continuar con su trabajo y ganarse un dinero, ya que eso es con lo que se sostiene. Ofreció su número de teléfono para que alguien se comunique con ella: 442-571-28-26.
Afirmó que no depende de nadie, y que, por el contrario, todavía le da apoyo a un primo que tiene problemas cardiovasculares.
“Ahora tengo que cantar con el YouTube, pero se me acaba el Internet y tengo que pagar por otro paquete”. Refirió que son más de 200 canciones las que se sabe de memoria, de las cuales sus favoritas son las de Marisela.
Mary aseguró que no tiene un horario para trabajar, pero que lo hace todos los días al menos durante doce horas continuas. “Creo que ahora me iré más temprano, para que no me pase nada, porque ese día me fui algo tarde”.
Agregó que esta no es la primera vez que alguien se aprovecha de ella, ya que en otro par de ocasiones se han acercado personas a las bancas donde canta y se llevan sus cosas. Refiere que la vez anterior fue hace cuatro meses cuando le dejó sus cosas encargadas a una mujer panameña a quien supuestamente le robaron la bocina y el micrófono.
“A veces me va bien, aunque no siempre, porque ha habido días en los que nomás gano treinta o cuarenta pesos. Aunque en ocasiones me va bien sábados y domingos, pero no siempre”, comentó.
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Además de irse más temprano a su casa para evitar que algo más le suceda, mencionó que se tomará un día de descanso, ya que en ocasiones siente que se le cansa la voz.
Mientras conversaba con Diario de Querétaro, pasaban algunas personas que le daban un saludo; incluso, no faltó quien se acercara para platicar un rato con ella. Finalmente, compartió que su debilidad visual le fue heredada por su madre, quien la padeció también.