Querétaro es el primer estado en el país y tercer lugar en el mundo en donde se lleva a cabo la colocación de sensores para detectar fugas ocultar y tomas clandestinas, sistema que fue presentado por la Comisión Estatal de Aguas (CEA) en voz del vocal ejecutivo, Luis Alberto Vega Ricoy.
De esa manera, la Comisión Estatal de Aguas (CEA) puso en funcionamiento el sistema, cuyo equipo fue donado desde Inglaterra por la empresa Microsoft. Al momento han llegado mil de los 3 mil 500 “bichos” con los que contará la paraestatal, dijo el funcionario.
Argumentó que se trata de equipo que no está a la vista, ya que se ha instalado oculto, entre la tubería subterránea más ancha, el cual al tener inteligencia artificial podrá realizar un intercambio de información para detectar las fallas.
Vega Ricoy mencionó que por ahora sólo se han colocado en áreas habitacionales, principalmente en lugares donde puede haber mayor incidencia de estas anomalías, no así, por ahora, en donde hay parques industriales ni otros municipios.
Agregó que el año pasado se registraron 24 mil 469 reportes de fugas, algunos repetidos o falsas llamadas, pero que con este nuevo esquema posiblemente aumente la carga de trabajo con este equipo que podrá detectar más fugas y tomas clandestinas.
“El problema de fuga que tenemos es muy grande, porque tenemos un reporte de 2023 de que se suscitaron 24 mil 469 fugas. Muchas vienen duplicadas, otras son salidas en falso, porque hay vecinos que hacen uso de la aplicación, el call center o de los medios de comunicación, que es donde en ocasiones se hacen las llamadas”, indicó.
El vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas mencionó que al inicio de la actual administración estatal había 21 cuadrillas para atender los reportes de los desperfectos, por lo que ahora en dos años el número se incrementó a 37.
“Esto es con el objeto de poder bajar el tiempo de respuesta, ya que sabemos que el tiempo de respuesta es crítico en una fuga, porque mientras tardemos en repararla, más se estará tirando. Nuestro objetivo es que las fugas se reparen en menos de 24 horas e idealmente en menos de 12 horas”, agregó Luis Alberto Vega Ricoy.
Añadió que por ahora se atienden las fugas visibles, aunque ahora se atacarán las no visibles, lo que, afirmó, anteriormente no se podía hacer. “El hecho de poder atacar una fuga no visible, hace toda la diferencia”.
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El vocal ejecutivo de la CEA, comentó que el año pasado se hicieron pruebas de este tipo en el municipio de Cadereyta, con equipo que fue adquirido en 5 millones de pesos.