Un grupo de aproximadamente 40 vecinos del fraccionamiento Villa de Duero en Puerta Real Residencial II se manifestó en contra de la construcción de una gasolinera en lo que describen como un área verde destinada a la recreación.
Los habitantes aseguran que el proyecto se llevó a cabo de manera ilegal, al no ser socializado con los residentes y al haber presentado inicialmente un proyecto arquitectónico para comercios, que luego fue cambiado por una gasolinera.
Victoria Viruez, una de las residentes afectadas, mencionó que "nosotros fuimos engañados; nos vendieron la idea de que se construirían locales comerciales, pero ahora nos encontramos con que están levantando una gasolinera pegada a nuestra barda".
De acuerdo con los vecinos, el cambio de uso de suelo se realizó en noviembre de 2023 de manera arbitraria, sin la consulta previa a la comunidad, y ahora la preocupación aumenta debido a que la estación de gasolina comparte muro con los condominios.
El malestar de los vecinos no solo se centra en la cercanía de la gasolinera a sus hogares, sino también en lo que describen como un proceso "clandestino".
Alfonso Fernández Surco, otro de los vecinos, comentó que "nunca hubo un permiso pegado en el área de construcción, siempre estuvo cubierta con lonas negras, lo que nos generaba mucha sospecha".
Además, mencionaron que los encargados del proyecto les prometieron inicialmente tiendas, farmacias e incluso un Starbucks.
De acuerdo con los residentes, la distancia entre las bombas de gasolina y las viviendas más cercanas es de apenas 12 metros, cuando el reglamento estipula que debe haber al menos 15 metros.
"Esto está totalmente mal, no se cumplieron las normativas y no sabemos cómo lograron aprobar este proyecto", expresó Candy Corlay, una de las vecinas afectadas.
La comunidad también ha reportado molestias adicionales relacionadas con la construcción, como el ruido constante, el trabajo durante la noche, y una supuesta agresión hacia unos fotógrafos que intentaban documentar la situación.
“Saben que lo que están haciendo está mal y por eso actúan de manera tan sospechosa”, afirmó Alfonso Fernández.
Los vecinos ya han presentado quejas formales ante el municipio de Corregidora desde hace aproximadamente un mes, pero aseguran que hasta ahora no han recibido una respuesta clara.
Ante la falta de atención, han decidido intensificar sus protestas, incluso considerando realizar bloqueos en las vialidades cercanas, como la carretera a Celaya de cuota, para hacerse escuchar.
“Estamos tratando de arreglar esto por las vías legales, pero si no nos hacen caso, no descartamos manifestaciones más contundentes”, señaló Fernández Surco.
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A pesar de los esfuerzos de los vecinos por frenar la obra, la construcción de la gasolinera avanza rápidamente. Los residentes continúan exigiendo que se respete el uso de suelo original y que se priorice la seguridad y bienestar de las familias que habitan en la zona.