Desde hace 33 años, doña Hilda Elba Cortés inició en el mundo de la apicultura, al adquirir unas cuantas colmenas vendidas por un joven que se marchó de Jalisco en busca del sueño americano; hoy, celebra junto con sus hijos y socios comerciales la apertura de la séptima tienda de productos de miel orgánica en el país, instalada en Querétaro.
Tanto Elba como el grupo de personas que laboran en Abeja Reyna se han convertido directa e indirectamente en activistas medioambientales, puesto que incluso han impulsado la consideración de programas en los distintos niveles gubernamentales, con miras a que se logren apoyos para el desarrollo de la apicultura y el cuidado del campo.
Además del cuidado con el que desarrollan el proceso de producción, la empresa también se ha ocupado de brindarle oportunidades laborales a mujeres mayores de 40 años, puesto que, de acuerdo con doña Elba, su intención es apoyarlas.
Abeja Reyna es un proyecto que, además de volverse una empresa familiar, ha procurado mantener una cadena de producción sostenible y justa con los apicultores que mayoritariamente se ubican en zonas rurales.
Para Elba, la relación de los humanos con la naturaleza siempre ha significado bondad y respeto, por lo que su modelo de negocio contempla estos dos valores desde el origen hasta los destinatarios que consumen los productos.
Un ejemplo de lo anterior es que en sus tiendas y puntos de venta han establecido una dinámica de relleno de envases por lo que se evita el desperdicio de plásticos y vidrio, además de que a los clientes se les ofrece un descuento especial por acudir con sus recipientes.
La innovación ha ido de la mano del proyecto, por lo que además de las presentaciones clásicas de la miel, el polen y la cera de abeja, han logrado obtener las fórmulas y procesos exactos para lograr incluso una presentación de miel en polvo orgánica, baja en calorías y libre de gluten.
Milagros, una de las hijas de Elba, refirió que afortunadamente de unos años a la fecha se ha comenzado a tomar conciencia sobre la importancia de la presencia de las abejas en la tierra, puesto que estos pequeños animales participan en el proceso de polinización que se involucra en una enorme cantidad de alimentos de consumo humano.
Cada uno de los materiales que se derivan del proceso de producción de miel se aprovecha de diferente manera: desde la miel como tal en distintas presentaciones, hasta la elaboración de productos cosméticos y auxiliares en el tratamiento de afecciones respiratorias y cutáneas.
Ana, socia comercial de Abeja Reyna, es la dueña de la primera sucursal en Querétaro, que se suma a los 45 puntos de venta en todo el país, por lo que la capital queretana ahora es sede de este proyecto.