En una de las zonas más alejadas de la ciudad que sólo contaba con tres calles y sin iglesia, así nació en 1974 el Viacrucis Viviente de Satélite, una de las tradiciones más importantes de la capital que hoy en día recibe a cientos de visitantes.
Martín Ledezma García, coordinador del Viacrucis habló para Diario de Querétaro acerca de una de las fechas más importantes para la agrupación, cumplir 50 años representando la pasión y muerte de Cristo.
“En 1973 el padre Ernesto Espitia llevó una misión a la colonia Satélite, que apenas comenzaba, realizar el Viacrucis Viviente, ese año se hizo algo muy pequeño por las premuras, fue hasta 1974 cuando formalmente se llevó a cabo el primero; por lo que estamos cumpliendo 50 años”, explicó.
El señor Cura Presbítero Ernesto Espitia Ortiz, fue el fundador de la Cofradía de la Procesión del Silencio en el hoy Santuario de la Santa Cruz de los Milagros en 1966 y varios años después hizo la petición de representar el Viacrucis Viviente a una de las colonias más alejadas en aquellos años del centro queretano, según los recuerdos de Martín, el acto religioso se realizó en las únicas tres calles con las que contaba la colonia y donde aún no existía ni la iglesia.
“La iglesia aún no existía, fue don Bernardo Ruiz Pérez, la madre María del Consejo Vega y José Reyes Osornio García, quienes fueron los organizadores en 1974; en aquel entonces solo recorrían la calle Nieve, que fue la primera en construirse y dos más que estaban abajo, participaron los pocos vecinos que existían. Arturo Arroyo fue quien por primera vez dio vida a Cristo”.
Don Bernardo estuvo al frente por siete años; en ese tiempo la colonia comenzaba a crecer y había una bodega donde guardaban el material de construcción, ahí permitían hacer los ensayos y después fue donado el predio para construir lo que hoy es la parroquia de Nuestra Señora de la Paz, que está por cumplir 40 años, reveló el coordinador.
Después de la coordinación de don Bernardo, toma la batuta Guadalupe Olvera o como mejor la conocen “la madre Lupita”, quien estuvo al frente por 38 años y hoy Martín está cumpliendo siete de tomar la batuta del grupo, pero 30 años de pertenecer a la agrupación que se ha convertido en una tradición para los vecinos, que desde pequeños se integran a vivir la experiencia, “esto va de generación en generación y son familias las que se encuentran en el grupo, pero a la vez somos todos una gran familia”.
Para los miembros es todo un reto pues con meses de antelación comienzan los ensayos para participar en el acto litúrgico. Son 100 actores los que participan en la representación que da inicio con los contingentes: primero el de los niños, después las mujeres que llevan consigo los símbolos de la pasión, la corona de espinas, el látigo, los clavos, en sí, todos los elementos que visualmente permiten recordar la pasión de nuestro señor. Detrás comienzan a desfilar Poncio Pilatos, Herodes, Judas y Jesús con todos los soldados.
La tradición de representar a Jesús de Nazaret en este acto religioso es un verdadero honor y compromiso para el actor, “el Cristo anterior duró 31 años, el actual Daniel Pegueros este año cumple seis de dar vida al personaje. Como te digo si es toda una tradición”.
Con el paso del tiempo muchas de las cosas han ido evolucionando y gracias al liderazgo y visión joven con el que ha sabido llevar Martín al grupo, es que ahora hay más apertura tanto en los personajes como en otros aspectos.
Martín recuerda que si bien en un principio, cuando tomó la coordinación, las cosas no fueron fáciles, su compromiso por hacer crecer el grupo lo llevaron a tocar varias puertas, una de ellas, el Patronato de las Fiestas de Querétaro, donde le dieron la oportunidad de participar con el Romancero de la Vía Dolorosa “Como que al principio no creían en mí, toqué muchísimas puestas; fue Joel León del Patronato, quien me dio la oportunidad por primera vez, para que Satélite, fuera suplente del Romancero (…) antes trabajaban con el grupo de Hércules y bueno desde hace siete años ya somos sus actores principales”.
El grupo como cada año tiene muchas actividades mismas que dan comienzo desde el Domingo de Ramos, Jueves Santo con la Eucaristía, la representación del lavatorio de pies, de la Última Cena, la Oración del Huerto y la aprehensión de Jesús. El Viernes Santo comienzan a las 10 de la mañana con la escenificación de los tribunales. Presentación de Jesús con Pilato, Herodes, los azotes y luego el recorrido que comienza por avenida de la Piedra y termina en un “carrito” que se encuentra en Rinconada de las Fuentes.
Algo que pocos saben es que en Satélite tienen su propia Procesión del Silencio, “Ya se venía realizando antes que tomara la coordinación, pero justo hace siete años, cuando ya estoy al frente se compran varias imágenes monumentales, mismas que adquirió el señor cura que estaba en esos momentos al frente de la parroquia, el presbítero Filiberto Ortiz (…) son María, Juan y María Magdalena”.
➡️ Únete al canal de Diario de Querétaro en WhatsApp para no perderte la información más importante
Al adquirir estas imágenes, Martín Ledezma le da un giro a la Procesión del Silencio y ahora realizan el Vía Matris que son las 14 estaciones del camino que María recorrió de regreso desde el Santo Sepulcro, luego de enterrar a su Hijo Jesús, hasta su casa. En este recorrido entonan cánticos del Camino Neocatecumenal.
Para el grupo esto es un legado, un acto de fe que es inculcado desde temprana edad y otros tantos por convicción en su edad adulta. Su preparación espiritual la toman antes de iniciar la Semana Mayor y además participan en las pastorelas de diciembre, por lo que todo el año trabajan arduamente para entregar un trabajo de calidad y con el debido respeto.
“Invitamos a todos los queretanos a que vivan nuestras tradiciones, que vengan a conocer la experiencia en estos actos litúrgicos”, finalizó Martín Ledezma.
