En el primer semestre de 2021 se iniciaron dos carpetas de investigación por el delito de Trata de Personas en Querétaro; sin embargo, la activista Brenda Rangel, de Desaparecidos Justicia AC, señaló que son más casos los que se registran ya que hay víctimas que no denuncian por el miedo a sus agresores –que en su mayoría son organizaciones- y el proceso que atraviesan tras ser rescatados.
“Son mucho más que dos o cuatro personas, no es un número tan pequeño desafortunadamente”, dijo.
Este 30 de julio es el Día Mundial contra la Trata, delito que de acuerdo con la presidenta y fundadora de Sintrata A.C., Mariana Ruenes, es un negocio ilícito en el que se explotan el trabajo y la vida humana, con el fin de obtener un beneficio económico.
A nivel estatal, en abril de este año se abrió una carpeta de investigación, y en mayo otra carpeta por este delito; mientras que en 2020 fueron tres casos los que se reportaron y en 2019 fueron dos, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública.
La activista Brenda Rangel afirmó que de los casos de desaparecidos que tienen registrados al menos el 30% están relacionados con la trata de personas.
Mientras que ese total de casos, al menos el 90% presenta una denuncia, y el otro 10% no acude ante las autoridades por el miedo que tiene, por posibles represarías por la información de la que tiene conocimiento.
Y refirió que también el proceso legal en el que hay trabas y es tardía la reacción de las autoridades, lleva a las familias a desistir.
“Desafortunadamente no todos los hospitales o ministerios públicos están realmente avocados a las carpetas que se inicia, y muchas las archivan, y muchas las dejan inconclusas”, puntualizó.
Sostuvo que desconocen como clasifican las autoridades los delitos cuando las personas están desaparecidas, pero han identificado que hay líneas de investigación que apuntan al delito de trata, y que cuando las personas son rescatadas, se comprueba que ese fue el motivo de la desaparición.
Detalló que de los casos que han atendido ninguno ha logrado una sentencia condenatoria, por cuestiones que atañen a las autoridades, pero también porque las personas desisten de las denuncias por el proceso que llevan.
“A pesar de estar casi para detener una red grande, y todo, las víctimas ya no quisieron continuar y se desisten. Y no porque no quieran si no porque se mueren de miedo”, refirió.
También, puntualizó que algunas de las personas rescatadas no dan seguimiento a los casos porque cuando son recuperadas, ya no quieren hablar sobre lo que paso.
“El 95% no quiere volver a saber nada de fiscalía, no quieren saber nada que tenga que ver con la delincuencia, y no quieren saber absolutamente, y por las repercusiones que pueden tener”, indicó.
Por el trabajo que realizan desde esa organización civil han identificado a personas que llegaron de vacaciones a Querétaro y fueron reportadas como desaparecidas; y también de queretanos que desaparecieron aquí; y recalcó que son redes organizadas las dedicadas a este delito.
Refirió que recientemente atendieron el caso de una persona que fue rescatada en la Ciudad de México, y fue trasladada a un albergue; sin embargo en todo el país no existen espacios para que las víctimas puedan llevar su proceso de reintegrarse a la sociedad.
Esto pese a que el proceso que llevan las víctimas tras salir la explotación, es complicado, pues fueron dañadas física, y psicológicamente, y el tiempo de readaptación es largo. aseguró Brenda Rangel.
“Cuesta mucho trabajo que las personas que son recuperadas, en este tipo de fenómenos se puedan volver a reintegrar a la sociedad”, precisó.
COMBATE
Además, la integrante de Desaparecidos Justicia A.C. explicó que falta información para que la población ayude a combatir este delito, y oportunidades laborales para todos porque ante la crisis genera de la pandemia, más personas acuden con el crimen organizado para participar en este tipo de delitos.
“Faltaría implementar más concientización en las escuelas y las calles, y las familias”, concluyó.