La escuela, para las queretanas, no es un lugar libre de violencia. Y es que el 40.3% de las ellas han vivido algún tipo de violencia a lo largo de su vida escolar; de hecho, para el 64.3% es en los centros educativos donde está el principal foco de agresiones.

Incluso, en el 43.8% de los casos la principal persona agresora es un compañero de la escuela, reveló la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021.

Lo anterior fue expuesto durante la presentación del pronunciamiento de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Jóvenes y Niñas.

Según lo indicado, a lo largo de su vida, 7 de cada 10 mujeres encuestadas mayores de 15 años han sido víctimas de alguna modalidad de violencia.

Por ello, señala el documento leído por la rectora Silvia Amaya Serrano, “asumimos el compromiso social y de sentido crítico de pronunciarnos en contra de todas las formas de violencia y discriminación dirigidas hacia las mujeres, jóvenes y niñas, ya que constituyen un obstáculo para el acceso a la Educación como un derecho humano”.

La rectora universitaria reiteró la importancia de que las autoridades competentes investiguen la violencia contra las mujeres con perspectiva de género, cumpliendo con instrumentos, protocolos y recomendaciones derivadas de mecanismos internacionales de derechos humanos.

“Como instancias de educación e investigación, reconocemos que la violencia de género es un fenómeno multidimensional que surge de relaciones de poder asimétricas, las cuales están presentes en todos los ámbitos; por ello, las universidades no somos ajenas a sus efectos, ya que, en nuestro interior, continúan replicándose patrones de discriminación y violencia”, abundó.

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Debido a esto, agregó, es fundamental diseñar, implementar y dar seguimiento a estrategias y mecanismos para atender y, principalmente, prevenir esta problemática, tales como la incorporación de la perspectiva de género en los planes de estudio, la creación de unidades administrativas para la atención y prevención de la violencia, y el desarrollo de políticas institucionales orientadas a la igualdad de género.

“Reconocemos la normalización de la violencia de género en las relaciones personales, laborales y académicas, por lo que hacemos un llamado a todas las personas integrantes de esta comunidad universitaria a extrañarnos ante estos actos y repeler toda práctica violenta, conduciéndonos bajo los principios de igualdad, solidaridad y respeto”, enfatizó.