Con el fervor que sólo puede tenérsele a una madre es que losvoceadores de Querétaro realizaron su 46 peregrinación anual a LaCongregación, para agradecerle por un año más de vida y claro,permitirles dedicarse a lo que les gusta.
El ruido habitual de Avenida Zaragoza se interrumpe ante losrezos que los voceadores dedican a “La Morenita”, pero tambiéncon el tronido de los cuetes que iluminan el cielo del CentroHistórico, al igual a los ojos de los transeúntes.
Entre los peregrinos se encuentra Guadalupe, quien llevaformalmente 5 años ofreciendo periódicos, pero nació siendovoceadora, pues su familia tiene 45 años de pertenecer al gremio,actividad en la que los inició su padre, Pedro González. Sushermanos, Adán, Eva y Susana, también son voceadores, comorecuerda su mamá Antonia Ramos, quien se define orgullosamentevoceadora y recuerda como hace 8 años murió su esposo, einiciador de la tradición.
Explica que la peregrinación, además de para agradecer a lavirgen, sirve para recordar a Pedro, quien murió un siete dediciembre de hace 8 años.
“Tengo mi puesto, tengo en el (Hospital) del Niño y la Mujer,pero ahorita estoy atendiendo en el ISSSTE”.
Una situación muy diferente es la de Francisco Javier OctavoTorres, quien a sus 61 años de edad es la primera vez queparticipa tanto en el evento como voceador, actividad en la quelleva dos meses y medio, luego que tuvo que dejar su empleo depintar casas.
“Soy desempleado y hubo la oportunidad de conocer a uno de loslíderes y me ofreció… es una experiencia mucho, muy diferente,conoce uno más gente… es agradable trabajar”.
Jesús lleva 3 años de ser voceador, pero es la primeraocasión que se da la oportunidad de ir de peregrino, lo que dejaen él un gran sentimiento, pues la descubre como una actitudhermosa, que aprovecha para pedirle a La Virgen que lo deje seguirrepartiendo periódicos y narra que diariamente puede vender entre40 y 50.
“(Vamos a) La Congregación, a darle gracias a la madre, puesque nos dé más tiempo, más vida, más fuerzas para echarleadelante”.
Ser quien le entrega la primera información a la gente es lamotivación de Antonio para despertarse temprano, y por la que yatiene ocho años de trabajar en la esquina de Zaragoza, ofreciendo periódicos. Inicia su jornada desde las 7:30 de lamañana hasta las 12 horas y si bien, lo hace todos los días,nunca hay uno igual, incluso para las ventas, pues hay ocasiones enlas que puede ofrecer hasta 80 periódicos mientras que en otras,si acaso coloca la mitad.
Las redes sociales han provocado que el panorama sea diferentede aquel con que inició, pero aun así son varios los clientesasiduos, que todos los días lo alcanzan y le piden elperiódico.
UN MUNDO DIFERENTE
Prevalecen clientes asiduos, aquellos que gustan comprar elperiódico y leerlo al mismo tiempo que se toman el primer café dela mañana, narra Alfredo Jiménez Munguía, quien recuerda cómolo llegaron a regañar por no llegar antes de que se enfriara esaprimera taza.
El también Secretario General de la Unión de Voceadores de laPrensa del Estado de Querétaro recuerda que se inició de voceadorcuando tenía 6 años de edad, pues era la actividad a la que sededicaban sus padres y que desde entonces, ha participado en todoslos puestos posibles dentro de la Unión, en todos dice, haaprendiendo.
“He visto las necesidades de los compañeros voceadores y fuelo que me motivó a aceptar un cargo en el comité directivo,empecé haciendo mis pininos como Secretario de Actas y Acuerdos,como Tesorero, Organización y Propaganda, hasta llegar a laSecretaría General (en la que llevo 9 años)”.
Aún recuerda la primera peregrinación, que se realizó hace 46años en honor a “La Morenita” y que si bien, varios deaquellos promotores ya fallecieron, la tradición sigue tan vivacomo entonces, sobre todo ante la necesidad de agradecer a Dios y aLa Virgen de Guadalupe por todos los favores que les dieron en eltranscurso del año.
Explica que siempre se toma en cuenta como al voceador dado dealta, pero que el voceador no es sólo una persona, pues a él sesuman su esposa o sus hijos y familia, quienes también participanen las actividades diarias.
“Cuando teníamos nuestros puestos, que eran unas baranditas,teníamos a nuestros hijos debajo de las barandas; padeciendofríos, calores, pero era bonito el ambiente, otras ventas, habíagente que se interesaba más en la presa escrita… los quequedamos todavía, de años, tenemos el gusto que nos nació denuestros padres, el gusto de vender, el trato con la gente quetenemos también”.
Mientras que comparte su anhelo porque a los niños de hoy seles inculque el gusto por la lectura, se va reincorporando a lacolumna peregrina, mientras invita a escuchar el replique de lascampanas que les dan la bienvenida a La Congregación, serpartícipes de la esperada misa y claro, ser parte del conviviopara cerrar con broche de oro una velada con la que, desde hace 46años, se rompe con la rutina y se ilumina el cielo queretano.