Decenas de familias recorren plácidamente la Alameda Hidalgo la mañana del domingo. Algunos padres de familia toman asiento mientras sus hijos juegan alrededor. No hay sexoservicio ni venta o consumo de drogas, sino vendedores de dulces, amigos reunidos y hasta el paseo de mascotas.
Diario de Querétaro, el 8 de agosto, exhibió que la Alameda estaba corrompida debido a la proliferación de comercio irregular, consumo de sustancias nocivas y principalmente el sexoservicio, posterior a ello, las autoridades municipales aplicaron un operativo policial y sanitario para evitar esas problemáticas sociales.
LA ALAMEDA COMO PROBLEMA
La Alameda Hidalgo es un referente del Centro Histórico de Querétaro, un lugar en el que generaciones de personas han transitado y visto cambiar, y cada una tiene algo qué añadir a la memoria de esta ciudad.
Es en los años noventa cuando el crecimiento poblacional y una crisis económica (1994) detrás incrementó el comercio informal. Las personas comenzaron a acudir a la Alameda ahora como tianguis y poco a poco su desgaste se hizo palpable.
Fue durante la alcaldía de Francisco Garrido Patrón de 1997 al año 2000 cuando se hizo el Corredor Alameda y se reguló el comercio en la entidad, el cual invadía las zonas y avenidas aledañas.
Al pasar el tiempo el deterioro se agravó cuando el sexoservicio comenzó a llegar, así como la venta de drogas dentro de los locales. También los asaltos y el robo a vehículos, ocasionado en muchas ocasiones por personas provenientes del barrio de San Francisquito.
RECUPERAR LA ALAMEDA HIDALGO
Con el paso del tiempo la fisonomía de la Alameda se ha modificado, dadas las características de la época. Es un lugar de tránsito en el que las personas suelen pasar la mañana o como punto de reunión.
El sitio es ideal para el paseo entre árboles centenarios, cuyas flores despiden olores muy característicos e inconfundibles como con la bugambilia y la jacaranda. Además, es obligado admirar el monumento a Miguel Hidalgo, la fuente central y el kiosko.
Ahora comienzan los adornos patrióticos en su fachada, así como la venta de banderitas y golosinas en los alrededores. Las personas van de lado a lado, esperan el autobús para ir al trabajo o de regreso a casa.
Hay vigilancia en las entradas de Zaragoza y Constituyentes, que revisan que las personas que ingresan cuenten con el cubrebocas y cargan un frasco de gel antibacterial. Jóvenes, niños y adultos se encuentran por doquier, en las jardineras o haciendo ejercicio en la pista, en su interior.
ALAMEDA PARA LA FAMILIA
La Alameda Hidalgo es un espacio en el que se busca darle prioridad a la familia. La organización de eventos artísticos ha sido un tema fundamental para ello y el desalojo de comerciantes fue parte de su recuperación.
Para el padre Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro, la Alameda Hidalgo “es un punto de reunión muy bonito y sobre todo familiar, entonces cuando no se consigue el objetivo y pones en riesgo a la familia, merma mucho y el ambiente social se ve seriamente afectado”.
Otras autoridades se han manifestado al respecto, al igual que padres y madres de familia, quienes utilizan este sitio para disfrutar con sus hijos, aguardar en lo que comienza la misa o de señores que se sientan a leer el periódico.
La ausencia del comercio informal y la actuación de las autoridades en las últimas semanas detuvieron el avance de las afectaciones, sin embargo, aún falta mucho por hacer. Ahora se ha recuperado, pero las problemáticas siguen; mientras, familias enteras disfrutan de este lugar la mañana de un domingo cualquiera.