Cultura emprendedora | Una elección trascendente

Mtro. Ricardo Luis Moré* | Colaborador Diario de Querétaro

  · viernes 16 de diciembre de 2022


El próximo 31 de diciembre concluye el periodo del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Unión.

El tiempo colocará al Ministro Zaldívar en el lugar histórico que le corresponderá indudablemente entre los Presidentes de la Suprema Corte de Justicia, a la luz de los logros obtenidos en su gestión, misma que ha destacado por una defensa permanente de los derechos humanos en todas sus facetas y, en particular, en aras de apuntalar a la persona, a cada uno de nosotros, como beneficiarios últimos de tales derechos y de su defensa. Así, aunque nuestro sistema de impartición de justicia sigue adoleciendo de graves defectos no es menos cierto que en la gestión del Ministro Zaldívar se ha tomado como bandera y se ha robustecido una orientación de convertir al Poder Judicial en un verdadero bastión contra violaciones a dichos derechos con la finalidad de prevenir o, por lo menos (y eso ya es ganancia), corregir, abusos y ataques a la ley, a las instituciones y a nuestros más básicos principios constitucionales. Ha tomado la Suprema Corte, de la mano del Ministro Zaldívar, un rol esencial en el equilibrio de poderes, fungiendo en muchos casos como atemperador de decisiones apresuradas, irreflexivas o francamente contrarias a la Constitución gestadas desde cualquiera de los otros dos Poderes Federales. En su mandato al frente de la Suprema Corte y aún anteriormente como Ministro, se han adoptado decisiones trascendentes para proteger entre otros derechos y/o principios de la más alta importancia, la presunción de inocencia, la supremacía constitucional, el debido proceso o el libre desarrollo de la personalidad. En fin, las decisiones del Ministro Zaldívar ejemplifican perfectamente la relevancia de la posición que ha ocupado y como las mismas han impactado y seguirán impactando nuestras vidas y las de varias generaciones por venir.

Por ello, es que me parece necesario recalcar la importancia de la elección que, para sustituirlo, tendrá lugar en el mes de enero en la Suprema Corte de Justicia. La persona que tome su lugar gozará de las facultades que le atribuye, entre otros y principalmente, el artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, pero, más importante que lo anterior, la de orientar la política de interpretación de la Norma Suprema en continuidad con la seguida hasta ahora o bien, en una dirección opuesta que intente desmontar muchos de los logros alcanzados en esta área, de ahí que esta elección deba ser seguida por cada uno de nosotros con especial atención.


*Director del Departamento de Derecho, Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro.

ricardo.l.more@tec.mx


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