México cuestionó el viernes a la Organización de los Estados Americanos (OEA) durante una reunión de su órgano ejecutivo, en vísperas de ser anfitrión de una cumbre regional en la que el futuro del organismo con sede en Washington está en la agenda de discusión.
Mientras los participantes en la VI cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se realizará este sábado, empezaban a llegar a Ciudad de México, la embajadora mexicana ante la OEA denunció "acciones injerencistas" del bloque regional desplegadas "al cobijo de supuestos democráticos".
"La Organización no debe de ser un instrumento que, como un ente inquisitorial, descalifique a su arbitrio a unos y disculpe a otros", afirmó la embajadora mexicana Luz Elena Baños, al conmemorarse 20 años de la Carta Democrática Interamericana.
"No debe ser un instrumento para reconocer gobiernos, mucho menos si no son tales, ni para calificar elecciones", agregó durante una sesión virtual extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, que reúne a sus 34 países miembros activos.
Baños dijo que en la OEA de hoy, "el que se atreve a hablar de intervención en asuntos internos recibe una batería bien orquestada de descalificaciones, financiada con los propios recursos de los estados miembros".
La embajadora del presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó lo que consideró una "extralimitación de facultades" de la OEA en las elecciones de Bolivia en 2019.
Y acusó al secretario general de la organización, Luis Almagro, de "denigrar en redes y medios informativos a gobiernos de estados miembros".
"La Carta Democrática Interamericana debe empezar por aplicarse en la propia institución", dijo sobre el documento, aprobado el 11 de septiembre de 2001 en Lima como guía de la defensa de la democracia representativa y el respeto de los derechos humanos en la región.
En la cumbre de la Celac, se espera que México presente su propuesta de sustituir a la OEA, creada en 1948 e integrada, además de los países latinoamericanos y caribeños, por Estados Unidos y Canadá.
López Obrador dijo en julio que no debería descartarse cambiar la OEA por un organismo "no lacayo de nadie".
México ocupa la presidencia pro témpore de la Celac, surgida en 2011 a instancias del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez y otros gobernantes de izquierda, que consideraban necesario reemplazar a la OEA.