Luego de que Estados Unidos confirmó que no invitó a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la IX Cumbre de las Américas que arrancó ayer en Los Ángeles, California, Andrés Manuel López Obrador informó que no asistirá al foro hemisférico. En su lugar irá el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
“Acerca de la cumbre, ya poder informarle al pueblo de México que no voy a asistir, va en mi representación y en la del Gobierno Marcelo Ebrard. Y no voy a la cumbre porque no se invita a todos los países de América”, dijo López Obrador durante su conferencia matutina del lunes.
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En lugar de ir a Los Ángeles, el mandatario mexicano anunció una visita el jueves a los municipios afectados por el paso del huracán Agatha en Oaxaca. También, que en julio próximo viajará a Washington para reunirse con su homólogo norteamericano Joe Biden y tratar con él el tema de la integración de toda América.
En respuesta, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que el gobierno de Joe Biden “entiende” la posición de México.
Price explicó que funcionarios estadounidenses, entre ellos el secretario de Estado Antony Blinken, mantuvieron en las últimas horas conversaciones con funcionarios de los países vecinos de Estados Unidos, incluido México, sobre su participación en la cumbre.
“Ciertamente hay una diversidad de opiniones cuando se trata de quién debe ser invitado a la Cumbre de las Américas”, dijo Price. “Hemos hecho todo lo posible para incorporar los puntos de vista del hemisferio”.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, reveló que Joe Biden ya sabía que López Obrador no iba a acudir a la cita antes de que el mandatario mexicano lo anunciara oficialmente en su rueda de prensa matutina.
Detalló que Estados Unidos mantuvo consultas durante más de un mes con el presidente de México y otros socios regionales sobre el tema de las invitaciones al foro.
“Es importante reconocer que hay una amplia gama de visiones sobre esa cuestión (de las invitaciones) en nuestro hemisferio, igual que en Estados Unidos. La posición principal del presidente (Biden) es que no creemos que se debe invitar a dictadores y ése es su argumento", explicó la portavoz.
Estados Unidos, como país anfitrión, tiene el poder de decidir qué países asisten a la cumbre.
Jean-Pierre confirmó que Biden y la primera dama, Jill Biden, recibirán en julio en la Casa Blanca a López Obrador y su esposa, Beatriz Gutiérrez. “Vemos a México como un amigo y un aliado cercano”, subrayó la portavoz.
BOICOT A LA CUMBRE
Con el presidente mexicano ya son al menos ocho los jefes de Estado que no acudirán al foro que inició ayer y concluirá el próximo viernes 10 de junio, aunque fue López Obrador el primero que puso sobre la mesa la posibilidad de no ir.
Además de los mandatarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela, el presidente de Bolivia, Luis Arce, también declinó participar tras la exclusión de las tres naciones latinoamericanas.
Los presidentes de Guatemala y Honduras, Alejandro Giammattei y Xiomara Castro, también anunciaron en días pasados que no asistirían.
Algunos países que conforman la Comunidad del Caribe (Caricom) también han puesto en duda su participación por el mismo motivo.
Y el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, canceló ayer su viaje tras dar positivo a Covid-19.
El boicot de López Obrador y de otros líderes podría disminuir la relevancia de la cumbre en Los Ángeles, en la que Estados Unidos pretende abordar cuestiones migratorias y económicas regionales.
Por ahora, según la portavoz Karine Jean-Pierre, está confirmada la asistencia de 23 jefes de Estado y de Gobierno del continente americano, además de representantes de la sociedad civil de varios países, incluidos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Algunos de los líderes que han confirmado su participación son los de Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Colombia.
También acudirá el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno español, José Manuel Albares.
Durante el transcurso de la Cumbre se espera que Joe Biden anuncie oficialmente dos acuerdos por separado entre Estados Unidos y los gobiernos de Canadá y España para que estos dos últimos acojan migrantes refugiados de Haití y Centroamérica, respectivamente, según informó el sitio web de noticias Axios el pasado 1 de junio.
LOS COSTOS PARA MÉXICO
Tras semanas de especulaciones, el Gobierno de Joe Biden confirmó oficialmente este lunes que los líderes de Cuba, Venezuela y Nicaragua no están en la lista de invitados a la cita.
Desde que se comenzó a acercar la reunión y antes de que la Casa Blanca enviara las invitaciones, López Obrador mostró sin tapujos su desacuerdo con la posibilidad de que los tres mandatarios no estuvieran incluidos en la lista de invitados. A él luego se sumaron otros jefes de Estado.
Para el politólogo Khemvirg Puente, la decisión traerá altos costos políticos a López Obrador hacia el exterior en sus alianzas políticas en la región y necesitará de mucha diplomacia para rehacer su relación con Estados Unidos.
“Aunque Biden diga que respeta su posición, en los hechos, en los medios y en el análisis la lectura será que López Obrador se confronta con Estados Unidos por defender a tres dictadores latinoamericanos”, opinó el profesor de la UNAM.
Desde hace semanas, su asistencia o ausencia de la cumbre ha sido uno de los temas principales en sus conferencias diarias y, para Puente, la decisión de no acudir fue consecuencia de haberse sobreexpuesto.
“López Obrador es víctima de sus propios dichos… En política, antes de hablar hay que calcular cuáles son los costos políticos que pueden tener estas posiciones que se adoptan y en este caso creo que no ha hecho el cálculo correcto… Es víctima de su sobreexposición mediática”.
Todavía hace una semana, el presidente López Obrador había abierto la posibilidad de viajar a Tijuana y de ahí desplazarse por carretera a Los Ángeles, si Estados Unidos reculaba, pero ayer esa posibilidad quedó prácticamente enterrada.
Con información de EFE y Reuters
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