El dicho de que "Luego de la Tormenta Viene la Calma", en está ocasión para miles de acapulqueños no funciona debido a que el miedo y la desesperación los sigue invadiendo luego de que Otis azotara con furia el puerto de Acapulco.
A cuatro días de que se viviera en Acapulco uno de los peores momentos que ofreció la naturaleza, miles de acapulqueño, siguen con el miedo, la angustia y la desesperación ante el desabasto de agua y alimentos que se empieza a tener en cada una de las colonias donde Otis se llevó todo.
Para muchos, el miedo ahora es dejar solas sus casas aún con el desabasto de productos de primera necesidad por el temor de que sean saqueadas y se lleven lo poquito que el huracán Otis, les dejó el fenómeno meteorológico.
En Acapulco, como hace 26 años con los destrozos que dejó el llamado mortífero huracán Paulina, se empieza a vivir una gran psicosis que se extiende a nivel nacional y mundial, debido a la información que trasciende a través de las redes sociales.
La desesperación crece cada momento que pasa por la falta de víveres, otros más hicieron saqueando todas las cosas de los centros comerciales, de autoservicio y los pequeños negocios que tampoco se salvaron.
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Desde muy temprano, mujeres y hombres, salen a las calles aún en busca de algo de alimento y agua para poder seguir aguantando la sitiación provocada por el huracán Otis.