Al menos 13 personas murieron y otras 30 resultaron heridas en un atentado suicida este sábado contra una centro educativo en un barrio de la minoría chií hazara en el oeste de Kabul, una acción que se produce en plenas conversaciones de paz.
El atentado se produjo hacia las 16.30 (12.00 GMT) en una calle de acceso a un centro educativo en Dash-e-Barchi, un barrio de la atacada minoría chií hazara en el oeste de Kabul, afirmó a Efe el portavoz de la Policía capitalina, Firdaws Faramarz.
El estallido se produjo cuando los guardias de seguridad del centro identificaron a "un atacante suicida a pie", que detonó los explosivos que portaba al negarle el paso, explicó en un comunicado el portavoz del Ministerio de Interior, Tariq Arian.
Hasta el momento, los hospitales de Kabul han recibido 13 cuerpos sin vida y 30 heridos por la explosión, reveló a Efe el portavoz del Ministerio de Salud Pública, Akmal Samsor.
"Casi todos las muertos y heridos son estudiantes del centro educativo. Ahora nuestros médicos están proporcionando servicios de emergencia en los hospitales", detalló Samsor.
Los talibanes se apresuraron, como en otras ocasiones, a distanciarse de este ataque directo contra civiles.
"La bomba en Kabul no tiene nada que ver con los combatientes del Emirato Islámico (como se autodenominan los insurgentes)", aseguró en un breve comunicado el principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid.
Aunque el atentado no ha sido reivindicado hasta ahora, todo parece apuntar al grupo yihadista Estado Islámico (EI), que suele reclamar este tipo de ataques contra la minoría chií hazara, a los que considera apóstatas.
Este barrio hazara de Kabul ha sido objetivo de numerosos ataques en el pasado, el último de ellos de envergadura en mayo, cuando tres terroristas atacaron una maternidad en la que murieron 16 personas, entre ellas, según informaron entonces las autoridades, "dos recién nacidos, madres de recién nacidos y matronas, a los que dispararon".
Este atentado se produce cuando los niveles de violencia han ido en aumento en las últimas semanas en Afganistán, a pesar del inicio a principios de septiembre de las conversaciones de paz entre representantes del Gobierno afgano y los talibanes en Doha.
Así solo en la última semana, 51 civiles murieron y 137 resultaron heridos en 356 ataques talibanes, atentados suicidas y explosiones, según informó hoy el Ministerio de Interior.