Al menos cinco personas murieron por inundaciones derivadas de lluvias torrenciales caídas el domingo en Petrópolis, informaron este lunes las autoridades de Rio de Janeiro sobre la tragedia registrada en febrero en esa ciudad serrana brasileña, la peor de su historia, con 233 fallecidos.
"Hasta el momento, cinco víctimas fueron encontradas sin vida", detallaron en un comunicado el gobierno del estado de Rio (sureste) junto con la Defensa Civil y el cuerpo militar de bomberos.
Además, hay registro de tres personas desaparecidas en el centro de la ciudad, indicaron en una nota posterior, después de que una persona fuera rescatada.
Por otra parte, en la costera Angra dos Reis, dos personas murieron tras la caída de un árbol sobre su automóvil a raíz de las lluvias.
Hasta la tarde del lunes, Defensa Civil había registrado en Petrópolis 126 incidentes, más de un centenar por deslizamientos.
Videos registrados por habitantes del lugar y viralizados en redes sociales volvieron a mostrar calles convertidas en ríos correntosos con el agua arrasando todo a su paso, imágenes similares a las registradas hace poco más de un mes.
Las cruces plantadas en una plaza en homenaje a las víctimas de febrero también fueron arrastradas por el agua.
En 24 horas, cayeron en el municipio de Petrópolis 534,6 milímetros de precipitaciones, según Defensa Civil, que mantiene la alerta de alto riesgo de deslizamientos ante un pronóstico de lluvias moderadas en la zona.
La alcaldía de esta antigua ciudad imperial, un pintoresco destino turístico al norte de Rio de Janeiro, abrió desde el domingo 13 centros de apoyo ante los pronósticos de lluvias, donde se brinda atención a 643 personas, de acuerdo con el último informe.
El gobierno estatal montó un gabinete de crisis y reforzó las cuadrillas de bomberos, maquinarias y equipamientos para los trabajos de auxilio en el lugar, explicó en su cuenta de Twitter el gobernador de Rio de Janeiro, Claudio Castro.
Unos 150 militares realizan desde la mañana tareas de rescate, con apoyo de fuerzas especializadas.
La ciudad fue azotada el 15 de febrero por el peor temporal registrado desde 1932, el cual provocó deslizamientos en barrios populares erigidos en las laderas de las montañas e inundaciones, con un saldo de 233 muertos.
Según los científicos, el cambio climático está agravando la frecuencia e intensidad de estos fenómenos climáticos.