Las fuertes inundaciones obligaron el viernes a cerrar las escuelas y gran parte de los servicios públicos en Atenas, tras causar daños importantes en todo el país y la muerte de un pastor en una isla del sureste.
La segunda tormenta que se abate sobre Grecia en una semana golpeó con fuerza el jueves la zona metropolitana de Atenas, las islas Jónicas y la península Calcídica, en el norte.
Las autoridades ordenaron que las escuelas y la mayoría de los servicios públicos de la capital permanecieran cerrados el viernes y en la noche cortaron una de las principales autopistas de la ciudad.
El servicio de bomberos indicó que recibió más de 1.400 llamadas de ayuda por incidentes relacionados con las inundaciones, de los cuales cerca de 500 en la isla de Corfu.
El cuerpo de un pastor de avanzada edad, desaparecido desde el jueves en la isla de Eubea, fue hallado en un torrente después de que su vehículo fuera arrastrado, dijeron los bomberos.
En la isla de Ítaca, los embarcaderos del puerto de Vathi tuvieron que ser demolidos rápidamente para dejar pasar el agua, informó el alcalde el viernes.
El jueves, los sensores del observatorio de Atenas cometieron un error, lo que desencadenó una falsa alarma de un terremoto de magnitud 5 cerca de la isla de Naxos, en el mar Egeo.
El domingo, una tormenta golpeó la isla de Eubea y causó inundaciones en zonas residenciales y destrozos en carreteras.