Las víctimas mortales por la explosión en el puerto de Beirut del 4 de agosto aumentaron este lunes a 180, mientras que los equipos de rescate continúan los trabajos para recuperar cadáveres en el epicentro de la gran deflagración, informó hoy a Efe una fuente del Ministerio libanés de Salud.
El departamento sigue cifrando en más de 6 mil los heridos, aunque ese dato lleva varios días sin actualizarse, y más de 30 personas continúan desaparecidas.
El Ejercito libanés y equipos de rescate extranjeros que han acudido al país prosiguen con la búsqueda de cuerpos bajo los escombros, después de que hace una semana se descartara que hubiera supervivientes en la zona de la explosión y sus alrededores.
Por otra parte, este lunes se ha oficiado el funeral por los tres últimos bomberos del escuadrón de diez que acudieron al puerto en un primer momento, cuando hubo un incendio, y posteriormente se produjo la deflagración de 2.750 toneladas de nitrato de amonio que llevaban seis años almacenadas en ese lugar sin custodiar.
Está previsto que esta semana llegue a la capital libanesa un equipo de la Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos para participar en las pesquisas, a petición de las autoridades libanesas.
Expertos de dentro y fuera del país y organizaciones, incluida la ONU, han pedido que se lleve a cabo una investigación internacional, al igual que la recién creada asociación de víctimas de la explosión.