Las autoridades australianas anunciaron este viernes que extenderán nuevamente el confinamiento de Sídney en un mes más debido al incremento de casos de covid-19 en la ciudad más poblada del país oceánico por la irrupción de la variante delta a mediados de año.
Australia, que suele aplicar confinamientos estrictos por la covid-19, sigue registrando centenares de casos diarios a pesar del largo confinamiento de Sídney, que comenzó el 26 de junio e iba a terminar el 27 de agosto.
Este viernes, Nueva Gales del Sur regidtró 644 infecciones locales y 4 fallecidos, la mayoría de ellos en el suroeste y oeste de Sídney, en donde doce municipios estarán sujetos desde el lunes a un toque de queda nocturno y un límite de ejercicios al aire libre de una hora.
Las autoridades de Nueva Gales del Sur también anunciaron la imposición del uso obligatorio de mascarillas faciales al aire libre, excepto para las personas que practican deporte en todo el estado, que tiene a las zonas rurales confinadas hasta finales de mes.
La jefa de gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, anunció hoy en rueda de prensa en Sídney que la Policía "tendrá poderes adicionales para mantener el cumplimiento" de las medidas de restricción, que incluyen ordenar a las personas a aislarse en sus domicilios.
Por su lado, el vecino estado de Victoria reportó este viernes 55 contagios locales con covid-19, la mayoría en la ciudad de Melbourne, confinada por sexta vez hasta el 2 de septiembre, al igual que el Territorio de la Capital Australiana, que abarca a Camberra, por brotes con la variante delta.
En los otros estados o territorios se han impuesto medidas de restricción, principalmente a los desplazamientos domésticos para evitar la entrada de la covid-19 desde los focos de contagio.
Australia, que ha vacunado a un 25 por ciento de su población mayor de 16 años con la pauta completa, acumula más de 42.000 contagios de covid-19, que incluye a 975 fallecidos, desde el inicio de la pandemia.
El Gobierno australiano espera vacunar a un 70 y 80 por ciento de su población mayor de 12 años de un total de 25 millones de habitantes para evitar los confinamientos y reabrir sus fronteras internacionales, que cerró en marzo de 2020.