Bélgica y Holanda se han convertido en los grandes centros de tráfico de cocaína en Europa, superando a España como principal ruta de contrabando, indicó el martes Europol, la agencia policial de la Unión Europea.
Aprovechando el aumento de la oferta de cocaína, sobre todo procedente de Colombia, las bandas criminales utilizan las ciudades portuarias de Róterdam, Hamburgo y, sobre todo, Amberes para enviar la droga a Holanda, desde donde se distribuye por toda Europa, según Europol.
"El epicentro del mercado de la cocaína en Europa se ha desplazado hacia el norte", afirmó Europol, que elaboró un informe de 27 páginas junto con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), con sede en Viena.
"El aumento de envíos en contenedores en los puertos de gran volumen de Amberes, Róterdam y Hamburgo ha consolidado el papel de Holanda como punto de parada".
Esto "ha llevado a que la costa continental del Mar del Norte supere la Península Ibérica como principal punto de entrada de la cocaína que llega a Europa", señala el informe.
Solo el año pasado, las incautaciones de cocaína en Amberes ascendieron a unas 65,6 toneladas, indica Europol en el informe "Cocaine Insights".
En febrero, en Alemania y Bélgica se incautaron 23 toneladas, un récord, que estaban escondidas en contenedores de transporte.
El mercado de la cocaína en Europa se vio impulsado por el aumento de los suministros, especialmente desde Colombia, donde el acuerdo de paz de 2016 con la guerrilla de las FARC dejó el mercado dividido y abierto a una mayor competencia.
Las FARC controlaban una parte de la superficie de cultivo de coca y regulaban el acceso al suministro de cocaína disponible para los intermediarios y los traficantes internacionales, según el informe.
"El acuerdo de paz dio lugar al fin de la estructura de mando integrada de las FARC y a la aparición de varios grupos escindidos que ejercen el control de diferentes regiones y de la producción de cocaína en ellas", según Europol.
Esto, a su vez, "multiplicó el potencial para la formación de nuevas alianzas y asociaciones", añade el informe.
En paralelo, las bandas de narcotraficantes europeas cambiaron de estrategia, formando alianzas con estos grupos "eliminando así al intermediario" y obteniendo la cocaína directamente de la fuente.
Después del cannabis, la cocaína es ahora la segunda droga más popular en Europa Occidental y Central. Las estimaciones más recientes recogidos por el informe sugieren que hubo unos 4,4 millones de consumidores en el último año.